Bielorrusia intentó extraer a una de sus atletas de los Juegos Olímpicos a la fuerza
Krystsina Tsimanouskaya, atleta olímpica de Bielorrusia, permanece refugiada en la sede de Polonia en Tokio, Japón, después de que su país intentara extraerla de los Juegos Olímpicos a la fuerza. Tsimanouskaya llegó al lugar acompañada de policías, después de que Polinia le haya otorgado un visado humanitario.
La joven de 24 años asistió a Tokio para conseguir una medalla para Bielorrusia en la disciplina de atletismo - 100 metros femenino. La deportista quedó en cuarto lugar pero criticó al comité olímpico de su país por obligarla a participar en un evento de relevos con poca anticipación para prepararse.
El pasado domingo 1 de agosto, Krystsina denunció que las autoridades bielorrusas la estaban obligando a dejar la competencia contra su voluntad y dio a conocer su miedo de acabar en la cárcel tras las críticas a la organización deportiva. Este organismo es dirigido por Viktor Lukashenko, hijo del dictador Alexandr Lukashenko.
“Pido ayuda al Comité Olímpico Internacional. Están tratando de sacarme del país sin mi permiso y le estoy pidiendo al COI que se involucre” expuso la atleta en un video por Telegram.
Inmediatamente intervino el Comité Olímpico Internacional (COI) para ofrecerle un lugar seguro. El esposo de Krystsina, Arseny Zdanevich, dijo a AFP que probablemente se vaya a vivir a Polonia, ya que el reciente enfrentamiento entre la deportista y las autoridades ha activado las alarmas.
“Creo que (en Bielorrusia) no estaríamos seguros”, dijo “Me encuentro en territorio ucraniano y preveo reunirme con mi mujer”.
El COI informó que Tsimanouskaya se encuentra “segura y a salvo” y que ha pedido un informe al Comité Olímpico de Bielorrusia, sin embargo, la delegación de aquel país indicó que habían retirado de la competencia de relevos a Krystsina debido a problemas con su “estado emocional y psicológico”.
El presidente de Bielorrusia, Aleksandr Lukashenko, está acusado de haber ganado las elecciones bajo tácticas autoritarias y represión brutal a la oposición. Varios atletas exigieron nuevas elecciones y ponerle fin a la represión policial. Además, Lukashenko y su hijo fueron sancionados en diciembre pasado por el COI y tenían prohibido asistir a Tokio 2020 durante las investigaciones de una presunta discriminación política contra los atletas.
El COI tampoco reconoce a Viktor Lukashenko como cabeza del Comité Olímpico.