Yaku Pérez anuncia que buscará un gobierno de reconciliación; ¿con quién se ve en segunda vuelta?

María Belén Arroyo
Yaku Pérez Guartambel (AZUAY

El primer lunes de octubre renunció a su mandato como prefecto del AzuayOcurrió en medio de vendavales y críticas por parte de su sucesora, quien anunció una investigación a su gestión de año y medio al frente de la prefectura. Yaku Pérez Guartambel se inscribió como candidato presidencial al día seguido.
 
Se autodefine como kichwa-kañari, pero anuncia que buscará un gobierno de reconciliación. Sin embargo, su propia candidatura partió aguas entre el movimiento indígena, representado por la Conaie, y su brazo político, Pachakutik. Las divergencias se reflejaron al escoger el primer candidato en la lista para la Asamblea Nacional. La postulación del amazónico Jaime Vargas, presidente de la Conaie, se quedaba sin piso, al cierre de esta edición, mientras la corriente que favorece la candidatura del saraguro Salvador Quishpe Lozano tomaba fuerza.
 
Doctor en Jurisprudencia, tiene varias especializaciones. Entre ellas, justicia indígena y derecho ambiental. Presidió la Ecuarunari, el ramal andino de la Conaie. Adquirió notoriedad al oponerse al proyecto minero Quimsacocha; argumenta que afecta los páramos de donde nacen las fuentes de agua. Por las protestas contra este proyecto, fue acusado de sabotaje y terrorismo, durante el gobierno de Rafael Correa. Las represalias políticas llegaron hasta su pareja, Manuela Picq, quien debió dejar el país al ser revocada su visa en agosto de 2015. Ella logró volver más de dos años después, cuando Correa había dejado el poder. En 2019, Pérez ganó en las urnas la Prefectura del Azuay: dos años antes, cambió el nombre con el que fue inscrito por Yaku Sacha, que significa Agua del Monte.
 
¿A quién representa Yaku Pérez cómo candidato?
Es una fusión de varios sectores, desde los excluidos históricamente (indígenas, campesinos, agricultores) hasta sectores empresariales medios que creen en una propuesta alternativa. 
 
Hay desaveniencias con la Conaie. Hasta hace poco, se disputaban la candidatura para asambleísta nacional Salvador Quishpe y Jaime Vargas. Además, Vargas era la carta presidenciable de la Conaie
Más que división, de hecho descarto la división, hay aspiraciones legítimas. Se hizo un consejo político nacional, así es lo que supe porque yo estuve en Loja. Fue una reunión telemática con coordinadores, y terminó pasada la medianoche. Insisto en que son aspiraciones legítimas.
 
¿Eso pone en riesgo el apoyo de la Conaie a su candidatura?
He tenido reuniones con la dirigencia de la Conaie. Van a apoyar nuestras candidaturas, las tres regionales de la Conaie a través de sus dirigencias, así lo han manifestado. Decidir democráticamente quién va a representar en la Asamblea no tiene que ver con el apoyo al binomio.
 
¿Descarta que el ala a favor de Jaime Vargas vote por el binomio propuesto por Rafael Correa?
A los árboles por sus frutos se los conoce; a los hombres por sus actos se les juzgará. Todo se sabe en esta vida, el tiempo es el juez, se demora, pero el veredicto es implacable.
 
En los hechos de octubre de 2019, ¿detrás de la violencia estuvo la mano oculta del correísmo?
Totalmente. La violencia es monopolio del Estado, en vez de recibirnos con prudencia, nos recibió con bala. Pero además hubo un sector que se subió a la movilización para pescar a río revuelto. Mientras decíamos: ‘que se caiga el decreto 883’, hubo un sector que decía: ‘que se caiga Moreno’. Pero de nosotros no habrá violencia jamás, si nosotros la generamos vamos a cosechar más violencia, la vida nos devuelve lo que damos.
 
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Sin ser millennial, usted apela al voto de los menores de 40 años: comprometidos con la defensa del agua. Así llegó a la prefectura del Azuay. Le acusan de usar esa plataforma para promoverse a la Presidencia. ¿Fue así?
No tuve la intención de ser candidato a la Prefectura hace casi dos años, pero la insistencia me llevó a esa candidatura. Estando en la Prefectura mi afán era dar riego, carreteras y fomentar la agroecología. En esa defensa del agua, los jóvenes se conectan tanto que somos una de las pocas personas que hemos generado confianza. Cierto que hay quienes de niños jugaban a ser presidentes pero yo nunca jugué a eso; vivía en una hacienda, jugaba con el arado y con la yunta. Mi mayor sueño no es ser presidente, es cambiar la historia del Ecuador.
 
¿Se da cuenta la complejidad de lo que ofrece?
Se puede lograr, primero, inaugurando y dando ejemplo de honestidad. La Contraloría ya nos auditó, ni un centavo se desvió. Segundo, buscando la reconciliación nacional. No propongo que
los ricos se vuelvan pobres, sino que los pobres mejoren su calidad de vida. El camino es la austeridad fiscal, sin dispendiar los dineros públicos; limitar los niveles altos de jerarquía; bajar sueldos; eliminar entidades que no sirven, como el Consejo de Participación Ciudadana. Con este conjunto de decisiones aspiramos a bajar mil millones de dólares del egreso. Además, buscamos reactivar la estructura económica para generar empleo, impulsar con fuerza el agro.
 
Sus detractores le acusan de hacer campaña para la presidencia de la República con recursos de la Prefectura del Azuay, subido en una bicicleta de bambú.
La bambubici es un proyecto que lanzamos antes de la pandemia. Desde hace tiempo ando en esa bicicleta, por salud ecológica ya que ahorramos el 50 por ciento de acero. Crea fuentes de trabajo para los agricultores. Por cada bicicleta le damos la mano a un productor de bambú. No contaminamos y hacemos ejercicio. Esta iniciativa despertó interés de otras ciudades ecuatorianas, e incluso de Colombia.
 
¿Les cree a quienes pronostican que estará en segunda vuelta?
Sí, nos vemos en la segunda vuelta. Los otros candidatos tienen base, pero tienen techo. Nosotros tenemos base, pero no tenemos techo. Esa es la gran diferencia.
 
¿Con quién se ve en segunda vuelta?
Con cualquiera de los dos fantasmas, el del feriado bancario o el de la corrupción. Con cualquiera de los dos que nos midamos, vamos a tener la posibilidad de debatir mirándonos a los ojos, ver la trayectoria y el horizonte, y va a ser un enfrentamiento de ideas entre la corrupción y la honestidad.
 
A Yaku Pérez no le va bien con los binomios. ¿Qué pasó con Larisa Marangoni?
Le confieso que no hicimos introspección de redes sociales. Vimos que íbamos en dos andariveles contrapuestos, ideológicamente ella estaba por las privatizaciones del IESS. Fue como la colisión de dos posiciones, pero conversamos maduramente y dijimos que no podemos engañarnos si estamos en dos vagones distintos.
 
¿Este cambio puso en riesgo la inscripción de su candidatura?
Si a los que tenían impedimentos legales (a los correístas) no les descalificaron, no había razón para descalificarnos a nosotros. No se debe sacrificar la justicia por la simple omisión de formalidades, esa ha sido mi tesis todo el tiempo.
 
¿Cómo desactivará la agenda minera si el país tiene entregadas concesiones, de llegar al poder?
Usted lo plantea con precisión. Llegaré al poder, no al gobierno, el poder es el que controla. A Correa le controla el poder de las multinacionales. Pero nosotros no llegaremos al poder con las manos atadas, sino libres. Mi primer decreto será llamar a consulta popular para declarar al país territorio libre de minería metálica. Esto no significa que proyectos en marcha se acabarán,
esto será bien difícil detener; pero vigilaremos que continúen cumpliendo estrictamente los estándares ambientales, el respeto a los derechos humanos y a la naturaleza. Si no cumplen, se aplicarán la Constitución y la Ley, hay varios mecanismos previstos frente a incumplimientos: caducidad, suspensiones, extinciones…
 
¿A quién le teme Yaku Pérez?
Temo a ese monstruo de la corrupción, de la violencia machista, de la violencia del poder económico, a la hipocresía de quienes aparecen con la sonrisa y detrás están con maledicencia. Cuando uno actúa de buena de fe y con el espíritu de la Pachamama somos invencibles. Pachamama es el cosmos, y Pachacama es el cuidador del cosmos, en la filosofía dual complementaria están kari/warmi, hombre - mujer.
 
Pero el discurso de confrontación de clases da réditos. ¿Usted no lo usará?
Sin duda, hay que buscar la reconciliación nacional. Convoco al sector privado, la inversión privada y extranjera, solo que vamos a ser rigurosos, no vamos a permitir que venga el extractivismo minero que destruye las fuentes de agua; tendremos las mejores relaciones con los empresarios honestos.
 
Si no llega a la segunda vuelta, ¿por quién llamará a votar, por Lasso o por Arauz?
No va a ser necesario, vamos a segunda vuelta. No será necesario llamar a votar por quienes tienen un pasado triste por el país, si nosotros somos la esperanza del futuro.
 
¿Es consciente de la gravedad de la crisis económica? 
Estoy consciente de la economía de guerra que atravesamos, con 72 mil millones de deuda pública. Cada niño que nace no viene con palanqueta bajo el brazo, sino con cuatro mil dólares de deuda, soy consciente del fango en que estamos, a veces toca llegar al fango para salir. Somos un país privilegiado cruzado por la línea ecuatorial, tenemos gente trabajadora y solidaria que va a poner el hombro para salir adelante.
 
El acuerdo con el FMI implica, entre otros compromisos, subir el IVA en tres puntos, del 12 al 15 por ciento y eliminar la devolución del IVA a la tercera edad. Este Gobierno no lo va a hacer. ¿Qué hará usted si llega a Presidente?
Antes habría que convocar a un diálogo nacional y fruto de un acuerdo social tomar la mejor decisión. Personalmente no estoy de acuerdo con el incremento; antes bien, se debería controlar la evasión tributaria. Pero no haré nada que vaya en contra de la mayoría de los ecuatorianos; primero la gente, luego los prestamistas.