Vargas Llosa defiende la literatura porque crea personas libres

Redacción
Foto: Archivo.

El Premio Nobel de Literatura en 2010, el escritor peruano Mario Vargas Llosa, defendió la literatura como una forma de crear "ciudadanos descontentos, inconformes", que aunque los haga "a veces más infelices" también los "hace muchísimo más libres".
 
En un discurso plagado de citas de autores literarios, Vargas Llosa se desnudó como escritor ante la Universidad de Salamanca (noroeste de España), donde recibió el doctorado "honoris causa", y desgranó su forma de escribir o la manera que tiene de llegar a una historia que queda plasmada en una obra.
 
Vargas Llosa, que fue definido por el rector de la Universidad salmantina, Daniel Hernández Ruipérez, como el "privilegiado que da la sensación de estar creando el lenguaje con su obra", hizo una defensa cerrada de la literatura como una "forma de acción" que forma "unas conciencias" y que "contribuye a la acción en el seno de la sociedad".
 
El escritor fue investido doctor "honoris causa" por la universidad salmantina por "su larga trayectoria literaria, reconocida internacionalmente, además de su influencia en la sociedad como líder de opinión", según los argumentos de la distinción.
 
En el acto de investidura, la catedrática de Literatura Española e Hispanoamericana de la Universidad de Salamanca Carmen Ruiz Barrionuevo destacó que con Vargas Llosa la literatura se plantee "como una vocación, un destino y una pasión".
 
Estas palabras han sido ratificadas por el nobel, quien reconoció que la literatura "sirve para algo o, si no, no se explica que todavía sigamos leyendo historias" y negó que sea "una actividad sin consecuencias cuya única razón sea hacer pasar un buen rato a las personas".
 
"Un pueblo contaminado de ficciones es más difícil de esclavizar que un pueblo aliterario o inculto. La literatura es enormemente útil porque es una fuente de insatisfacción permanente; crea ciudadanos descontentos, inconformes. Nos hace a veces más infelices, pero también nos hace muchísimo más libres", reflexionó.
 
En esta defensa de la literatura, Vargas Llosa sostuvo que no puede ser sustituida por "el producto audiovisual" porque "las ficciones cinematográficas de ninguna manera tienen ese corolario lento, retardado, que posee la literatura".
 
Además se preguntó para qué sirve la literatura y dijo: "Sirve para entender. No hay nada más entretenido que un poema o una gran novela, pero ese entretenimiento no es efímero. Deja una marca secreta y profunda en la sensibilidad y en la imaginación".
 
Vargas Llosa evocó en su discurso su forma de afrontar la creación literaria, su manera de encontrarse ante unos folios que acaben en una obra y confesó que "tenía la pasión" por escribir "pero no la facilidad".
 
"Todas las novelas, cuentos, obras de teatro que he escrito han tenido un origen similar. Algo me ocurrió que me marcó de tal manera, que no puede evitar escribir una historia a partir de esa experiencia", reconoció.
 
El escritor también habló, en una rueda de prensa previa, de la crisis de refugiados que vive Europa a la que se refirió como "auténtico drama" y apostó por una "solución en los países de origen" en vez de "incrementar la cifra de personas a acoger en un país".
 
Además se pronunció sobre la condena al opositor venezolano Leopoldo López que tildó de "absurda, disparatada y sin justificación" y añadió que con ella "el Gobierno de Venezuela se ha quitado la careta".
 
"Esta condena se esperaba dado el régimen que gobierna Venezuela, que es una dictadura y que en América Latina se caracteriza por la desaparición de la libertad de prensa y por la nacionalización de televisiones o radios para tener un control absoluto de lo que se piensa en el país", agregó.