Sindicatos de Ecuador salen a la calle para rechazar plan de inversiones

EFE
El Frente Unitario de Trabajadores (FUT), la mayor central sindical de Ecuador, se moviliza contra la reforma laboral y de la seguridad Social que quiere impulsar el Gobierno del presidente Guillermo Lasso, en Quito (Ecuador).

El Frente Unitario de Trabajadores (FUT), la mayor central obrera de Ecuador, realizó este miércoles una masiva movilización de protesta en rechazo a un plan de inversiones impulsado por el presidente Guillermo Lasso, al que consideran privatizador y sometido a las imposiciones del FMI.

Miles de trabajadores desfilaron por las calles del centro de Quito, así como en otras ciudades del país, para reclamar derechos, denunciar la carestía y, sobre todo, exigir que se archiven los proyectos de privatización de las empresas del Estado.

"NO AL FMI"

La marcha pacifica de los trabajadores en Quito estuvo custodiada por piquetes de agentes de la Policía, que acordonaron como en anteriores ocasiones las calles aledañas al Palacio de Carondelet, la sede del Gobierno, en el centro histórico de la ciudad.

"No al FMI, solo son chulqueros (especuladores del dinero)", se leía en una de las pancartas que los manifestantes expusieron durante la movilización.

Un grupo de trabajadores también en una pancarta compuso un acróstico con las siglas del Fondo Monetario Internacional y se leía: "Fabricantes de/Miseria/Infame e inhumana".

Los sindicatos consideran que son las condiciones impuestas por el FMI en los acuerdos crediticios con el país, los que han incidido en la política gubernamental basada en recortes a sectores como la educación y la salud, así como la eliminación de ayudas estatales (subsidios).

Además consideraron que el Gobierno de Lasso lleva adelante, con el aval del FMI, una estrategia "neoliberal" que afecta al bolsillo de los trabajadores y el pueblo, y que beneficia a los banqueros.

NO A LA LEY DE INVERSIONES

Ángel Sánchez, presidente en turno del FUT, aseguró que su organización rechaza la estrategia de venta o concesión de las empresas del Estado a manos privadas y exigió al Gobierno que apresure el pago de una millonaria deuda que el Estado tiene con el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).

En ese contexto, Sánchez pidió que se archive una "Ley de Inversiones" impulsada por el Gobierno y que la Asamblea Nacional (Parlamento) debe definir mañana, jueves, en un definitivo debate.

"La Ley de Inversiones solo busca privatizar las áreas estratégicas" del país como la electricidad, las telecomunicaciones y el petróleo, subrayó el alto dirigente sindical, quien propuso impulsar, más bien, el desarrollo de sectores como "la agricultura, el turismo, los servicios y la construcción", entre otros.

"No queremos privatizaciones" y la Asamblea debería "rechazar una ley que lo único que quiere es privatizar y sumir con más hambre y más desesperación al pueblo ecuatoriano", añadió Sánchez.

AL PUEBLO "SOLO LE QUEDAN LAS CALLES"

De su lado, la presidenta de la Unión Nacional de Educadores (UNE), Isabel Vargas, se sumó al pedido para que la Asamblea archive la Ley de Inversiones del Gobierno y exigió al Ejecutivo que cumpla con una orden de la Corte Constitucional sobre un proceso de "equiparación salarial" en el magisterio.

Vargas incluso recordó que si el presidente Lasso no cumple con ese mandato del mayor organismo de control constitucional del país, podría ser destituido.

Mesías Tatamuez, otro alto dirigente del FUT, justificó las movilizaciones contra lo que llamó "políticas neoliberales" del Gobierno y contra la Ley de Inversiones que facilita la entrega de las empresas del Estado al sector privado.

"Que quede claro" que los sindicatos "no estamos en contra de la inversión", sino contra las privatizaciones. Y por ello proponemos que la reactivación económica del país parta también de que el Estado "cobre a los morosos", a los grandes empresas que evaden el pago de impuestos y perjudican al país, remarcó Tatamuez.

Además, dijo que, tras la renuencia del Gobierno a escuchar alternativas y profundizar los recortes de derechos, "al pueblo le quedan las calles".

"Las movilizaciones se hacen cuando los gobiernos son sordos" y los mandatarios se ponen en aprietos y hasta pueden poner en juego su estabilidad "cuando se divorcian de los pueblos", agregó el dirigente sindical tras apostillar: "Los gobiernos se caen solos".