Educación online crece en Guayaquil debido a la inseguridad: 'una alternativa hasta que las cosas se calmen'
La educación básica y bachillerato en línea tiene registros de estudiantes inscritos por problemas de inseguridad. Las autoridades conocen la problemática y trabajan en reforzar la calidad de este modelo educativo.
Frente a la cámara de una laptop, el profesor Daniel Ullauri de la Unidad Educativa Crear Online, se dirige a su aula: un grupo de niños conectados a su clase de Robótica desde diferentes ciudades del país y del extranjero. En medio de la virtualidad, con ellos ha obtenido siete premios en competencias intercolegiales de robots. Todos están en la modalidad a distancia, en una jornada de clases completa, como ocurre en las instituciones educativas presenciales.
Los chicos fueron inscritos en la Unidad Educativa Crear Online por diferentes motivos, uno de ellos tiene que ver con la inseguridad que enfrenta Ecuador. Esta problemática ha impulsado un cambio significativo en la forma en que los estudiantes acceden a la educación.
Y es que los crímenes van en aumento en el país. El Ministerio del Interior reportó que en Ecuador se registraron 2.361 muertes violentas de enero a marzo de 2025, convirtiéndose así, este primer trimestre en el más violento de la historia reciente. El año pasado en el mismo período se registraron 1.428 crímenes, un 65% menos que este año. Además, en estos primeros tres meses de 2025 hubo 1.698 más casos de homicidios, lo que equivale a un aumento del 39%.
Con las aulas físicas siendo un espacio cada vez más vulnerable, varias instituciones han optado por la modalidad de clases a distancia, conectando a docentes y alumnos a través de la tecnología. Mientras los estudiantes siguen las instrucciones desde sus casas, los profesores imparten sus lecciones desde sus oficinas en tiempo real. Se trata de un proceso de aprendizaje que, a pesar de la distancia, busca mantener la calidad educativa en un entorno cada vez más incierto.
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Y esta modalidad online llegó por añadidura, cuando la pandemia trajo la necesidad de fundar instituciones adaptada a la época, es decir, que dé clases 100% virtuales. Así nació el establecimiento en 2021 con 800 estudiantes y oficinas en el km 13.5 de la vía a Samborondón.
“Al inicio los padres de familia tenían un poco de temor y desconocimiento porque, al tener a sus hijos toda una vida en una educación presencial, piensan que a lo mejor no se pueden adaptar a esta modalidad, lo cual se ha ido desmitificando”, dice Laínez.
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Actualmente Crear Online cuenta con dos regímenes: Costa y Sierra en los que están inscritos aproximadamente 1.500 estudiantes ecuatorianos, entre ellos aquellos que se han mudado con sus familias a Canadá, Estados Unidos, México, Argentina o Colombia; ellos representan un 5% de su estudiantado. Los graduados obtienen un título de Estados Unidos y al mismo tiempo de Ecuador, lo cual también ha convertido esta oferta en atractiva.
La educación virtual como escape
Laínez señala que los estudiantes de Crear Online son niños y jóvenes de educación básica a bachillerato en diferentes condiciones.
Por un lado, están aquellos que tienen una necesidad de salud y por ende no pueden moverse de sus hogares; además hay niños con necesidades educativas y que los padres de familia prefieren tenerlos en casa con algún maestro acompañante o tutor; también hay chicos de alto rendimiento que son deportistas, que compiten a nivel internacional y que necesitan la flexibilidad de un modelo educativo que les permita avanzar en sus sueños; y finalmente, los estudiantes de familias que se han tenido que trasladar por causa de los peligros que afronta el país.
A esto se suma el ‘plus’ de que el estudiante no tiene que trasladarse en algún medio de transporte en el que sienta riesgo para ir a su lugar de estudio. “Está dentro de su casa, está protegido porque definitivamente nosotros como institución educativa también los blindamos y brindamos la seguridad en el espacio virtual. Todas estas características están contempladas dentro de una educación en línea”, dice Laínez.
En ese sentido, Charles Taylor, padre de dos niños de 13 y 10 años, basado en su experiencia de mantener a sus hijos en educación online, destaca el hecho de que sus pequeños se mantengan en un lugar seguro: en el hogar.
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Sus hijos estuvieron dos años en home schooling, luego de que aumentaron los incidentes violentos en la zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón): cruce de balas, muertos colgando de puentes, asesinatos al estilo sicariato...
Ese fue el indicio para analizar un cambio de escuela para sus hijos, mientras los índices de delincuencia empezaron a subir. “Siempre he sido defensor de la educación en casa y dije: es un buen momento para explorar esa alternativa hasta que las cosas se calmen. Entonces, esa fue la razón principal: por seguridad”, asegura el padre de familia.
Taylor revela que, durante los dos años que sus hijos estuvieron bajo esta modalidad, pudo reconocer destrezas que no las había detectado en ellos: que su hijo mayor era muy hábil con el inglés: su tutor le dijo que era bilingüe; mientras su hija menor tenía ‘vena artística’ para pintar. “Me di cuenta que era artista”, relata.
Aunque ahora sus niños volvieron al sistema regular porque así lo acordaron sus padres, Taylor sostiene que aún guarda recelo por la inseguridad y teme que a sus hijos les pueda ocurrir algo camino a casa.
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Del total de más de 4,1 millones de estudiantes en edad escolar matriculados a nivel nacional, hasta enero de 2025, 5.316 cursan sus estudios en la modalidad a distancia, lo que representa aproximadamente el 0,13% de la matrícula total.
Herramientas digitales ante la afectación de violencia
La Unesco ha señalado, en repetidas ocasiones, que la innovación digital, incluyendo la educación online, apoya el cumplimiento del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 4 en cuanto a la Educación de Calidad, frente a crisis y conflictos recurrentes.
Y en Ecuador, la creciente inseguridad, las extorsiones y los conflictos armados han generado desafíos significativos para el acceso y la continuidad educativa, especialmente en ciertas zonas del país. Ante esta realidad, el Ministerio de Educación responde a un cuestionario enviado por Revista Vistazo y señalan que han venido evaluando y fortaleciendo estrategias que integran la educación digital y la modalidad a distancia como una alternativa viable que contribuya a garantizar el aprendizaje de los estudiantes en contextos de riesgo.
Además, aseveran que están trabajando en la ampliación de modelos flexibles de educación, fortaleciendo la conectividad en sectores vulnerables y capacitando a los docentes en estrategias de enseñanza en entornos digitales.
Por eso la cartera de Estado está realizando estudios técnicos para definir requisitos adicionales que garanticen la correcta implementación de esta modalidad de educación, como por ejemplo, certificaciones de plataformas MOOC, e-learning, entre otros.
El Ministerio de Educación informa que son 52 instituciones fiscales y particulares registradas bajo este modelo a nivel nacional, aunque tres de ellas son presenciales y semipresenciales. (Ver gráfico).
Estas instituciones acogen a más de 5.000 estudiantes (Ver gráfico) y para funcionar cumplen con los mismos requisitos establecidos para las instituciones educativas con oferta presencial, que según los articulados 71, 72 y 73 del Reglamento, que en resumen, detalla que requieren un informe de necesidad, propuesta pedagógica, un plan de gestión de riesgo, título de propiedad, etcétera.
También hay modalidad online por prevención
Los protocolos de atención integral hacen referencia a la prevención y atención a casos de violencia (acoso escolar, violencia sexual, física o psicológica a los estudiantes) suscitados dentro del contexto educativo, ya sea entre pares o por agresores/as adultos y se aplican de forma permanente por las unidades DECE.
En casos de eventos peligrosos de origen natural o antrópico (ocasionado por el ser humano) se aplica el Plan de Continuidad Educativa.
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Este es un instrumento que permite aplicar la modalidad: “No presencial” para la permanencia y cumplimiento del calendario escolar. Su tiempo de duración es analizado por la Dirección Nacional de Gestión de Riesgos y sus unidades desconcentradas, pueden aplicarse por horas, días o meses de conformidad con el tipo de evento que se presentó en la comunidad educativa.
Sobre los procesos de seguridad, el Ministerio de Educación mantiene una sala espejo de Ecu 911, para la derivación y solicitud de atención.
En 2024 se activaron 680 Planes de Continuidad Educativa, de ellos 48 fueron por inseguridad ciudadana y los 632 restantes por otros riesgos como incendios forestales, filtraciones o colapsos de estructuras.
La educación online vino para quedarse
Que la educación online para básica y bachillerato vayan creciendo, dependerá de diversos factores clave, como la accesibilidad y conectividad, dicen desde el Ministerio de Educación. “Para que la educación virtual sea una opción viable, es fundamental mejorar la infraestructura tecnológica, garantizar el acceso a internet en zonas rurales y urbanas vulnerables, y dotar a los estudiantes de dispositivos adecuados”.
Por otro lado, también influye la capacitación docente, aseguran, “lo cual es esencial para fortalecer las competencias digitales de los docentes para que puedan aplicar metodologías innovadoras y garantizar un aprendizaje efectivo en entornos virtuales”.
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Finalmente, la seguridad y bienestar estudiantil son otro factor, puesto que “en un contexto de creciente inseguridad, la educación en línea puede ser una alternativa para garantizar la continuidad educativa en sectores donde la movilidad de los estudiantes está en riesgo”.
Para Laínez, “la educación en línea vino para quedarse y es la educación de futuro. Los niños hoy en día ya nacen digitales. El reto, como educadores, es cuidar la finalidad de ese recurso”, especialmente en un entorno donde la violencia también ha demostrado afectar el aprendizaje de los menores.