Caso Dayana Pérez: implicado habría confesado el femicidio a dos personas, pero aún no tiene boleta de captura
El principal sospechoso habría dicho a su padre y a su jefe que asesinó a Dayana Pérez. El sujeto sigue fugado y aún no hay indicios de su paradero.
“Queremos justicia, que el caso no quede en la impunidad”, es el clamor de la familia de Dayana Pérez, una joven de 29 años hallada sin vida dentro de un vehículo en Carcelén, norte de Quito. El principal sospechoso del presunto femicidio es su exnovio, Kevin C. Z., quien habría confesado el crimen a su padre y a su jefe. El sujeto aún no cuenta con una boleta de captura.
Dayana era la menor de tres hermanas. Tenía título de docente, pero trabajaba como mercaderista de productos de limpieza. Hace tres años, conoció a Kevin C. Z., un mecánico del Valle de los Chillos de nacionalidad extranjera, quien la conquistó rápidamente y se ganó la confianza de su familia.
Sin embargo, la relación se fue desgastando, terminaban y regresaban. Hasta que, en enero de este año, la joven decidió romper todo tipo de lazo con el sujeto, pero él seguía insistiendo.
“Incluso le escribía por email y mensajes de texto”, narró María Fernanda Pérez, la hermana mayor de la víctima, a Vistazo. Agregó que el sospechoso se mostraba como una persona pacífica frente a la familia, pero luego conoció que su hermana había recibido gritos y empujones en el tiempo que duró la relación.
La violencia escaló hasta una amenaza de muerte a inicios de marzo, cuando Kevin se encontró con Dayana y le quitó el celular en un ataque de celos. Ese día, el individuo empezó a escribir insultos en los chats de WhatsApp como si fuera ella.
Luego de este episodio, la joven interpuso una denuncia y recibió una boleta de auxilio. En el documento, ella mencionó que el sospechoso la había agredido con un destornillador.
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EL DÍA DEL PRESUNTO FEMICIDIO
María Fernanda recuerda que el 4 de abril habló por última vez con su hermana Dayana a través de una conversación telefónica. “Alrededor de las 15:30 me comentó que estaba yendo a ver unas cosas del trabajo y me dijo: ‘Ñaña, te quiero mucho’”.
Casi todos los viernes las tres hermanas se reunían para conversar, pero aquella ocasión no fue posible porque cada una estaba haciendo diferentes actividades y al siguiente día había un almuerzo.
No obstante, a las 19:00, María Fernanda volvió a escribirle a Dayana para saber si llegó a casa, pero nunca contestó. En horas de la madrugada del siguiente día, supo que su hermana fue hallada muerta en el interior de un vehículo ubicado en las inmediaciones del terminal de Carcelén, al norte de la capital.
El automotor pertenecía a Oscar C., el jefe del sospechoso, quien prestó su camioneta a Kevin y luego habría sido alertado por el presunto victimario que el vehículo quedó abandonado en Carcelén.
Al llegar al sitio, el jefe se percató que en el asiento posterior estaba el cuerpo de Dayana en posición de cúbito dorsal. La Policía también arribó al lugar y en el levantamiento del cuerpo se dieron cuenta que la víctima presentaba hematomas en el rostro y golpes en su cráneo de algún objeto contundente.
Posteriormente, la autopsia reveló que la causa de la muerte fue asfixia por estrangulación. “Se presume que el deceso se cometió en el vehículo”, detalló Iván Naranjo, jefe de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida (DINASED).
En el momento que encontraron el cuerpo, el jefe del sospechoso también llamó a Andrea Pérez, la otra hermana de la víctima, quien relató que ese sujeto aseguró: “Kevin mató a su hermana, se le pasó la mano y dijo que no quería ir a la cárcel”.
La familia de Dayana presume que Oscar C. supo de la muerte de la joven horas antes del hallazgo del cadáver. “¿Por qué no alertó a la Policía si Kevin ya le estaba mandando mensajes?”, cuestionó María Fernanda Pérez.
Por eso sospecha que el victimario paseó con el cuerpo en el vehículo por varias horas sin saber qué hacer o cómo abandonarlo. De igual manera, María Fernanda mencionó que el padre de Kevin, Alberto C., también se comunicó con la familia para disculparse por lo que había hecho su hijo.
“Le dijo a mi hermana: ‘Andrea discúlpeme, no sé qué le pasó a Kevin, perdónenos’”.
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¿QUÉ SE CONOCE SOBRE LA UBICACIÓN DEL SUJETO?
La familia de la joven sospecha que Kevin envió mensajes de WhatsApp, desde el celular de Dayana, posterior al crimen. Por ejemplo, a la madre de la víctima le llegó un texto que decía: “Estoy bebiendo algo, al rato voy” y “mami estoy bien”. Esto alrededor de las nueve de la noche de ese viernes.
“Nosotros no usamos esas palabras, presumimos que para ese momento nuestra ñañita ya estaba muerta. Él sabía que el viernes nos reuníamos y aprovechó eso para distraer a nuestra madre”, contó María Fernanda Pérez.
Por el momento, el sujeto sigue prófugo y se desconoce su paradero. Incluso aún no hay una boleta de captura contra él.
Iván Naranjo, jefe de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida (DINASED), comentó en una rueda de prensa de la semana pasada que estaban trabajando para obtener el perfil genético de Kevin y otros elementos de convicción que permitan establecer la responsabilidad del sujeto con el crimen.
“Cuando ya tengamos la identificación e indicios que conduzcan a la participación de esta persona se va a realizar las coordinaciones con entidades de la Policía Nacional y buscarle a nivel internacional en el caso de que hubiera salido del país”, mencionó Naranjo.
Agregó que el sujeto no registra antecedentes en Ecuador, pero se está pidiendo información a las autoridades de Venezuela y Colombia para obtener más antecedentes. El sospechoso tenía doble nacionalidad de los países antes mencionados.
Las autoridades también han hecho algunas pericias como las pruebas de luminol del vehículo, verificación de cámaras de seguridad y receptación de los teléfonos del jefe y del padre del victimario. También, se receptó el testimonio de una persona que vende comida en el lugar en el que se halló el cuerpo.
Mientras tanto, la familia de la joven recuerda que, en enero, cuando terminó la relación con Dayana, el extranjero expresó en un mensaje para el grupo de WhatsApp de la familia que tenía intenciones de viajar para Chile.
La familia pide que las autoridades emitan la boleta de captura contra Kevin para evitar que se escape del país. “No sé qué están esperando cuando existen mensajes. Incluso, nos dijeron que si lo ven en la calle le notifican para que amablemente se acerque a declarar”.
Cada 21 horas una mujer o niña es asesinada en Ecuador, según datos presentados por la Fundación Aldea. Además, se contabilizan 82 femicidios hasta marzo, de los cuales 12 son menores de edad.
Mientras que 42 hijos han quedado en la orfandad, a esta cifra se sumarán las dos hijas de Dayana, de 12 y 8 años, a quienes la violencia machista les arrebató a su madre.