Francotirador asesina a exlíder de FARC que firmó paz en Colombia, conocido como Ramiro Durán

Un dirigente de las FARC que se acogió al acuerdo de paz con la disuelta guerrilla, en 2016, fue asesinado por un francotirador .
AFP y EFE

Un dirigente de las FARC que se acogió al acuerdo de paz con la disuelta guerrilla, en 2016, fue asesinado por un francotirador en el sur de Colombia, denunció este martes el partido surgido tras el desarme.

Ronald Rojas, de 41 años, comandaba un bloque de las extintas FARC, y ahora lideraba procesos de reincorporación para excombatientes.

Con el asesinato de Rojas "se alcanza la aterradora cifra de 333 firmantes de paz asesinados, en su mayoría ocurridos en el gobierno Duque", escribió en Twitter, Rodrigo Londoño, jefe del partido Comunes, formado por exFARC.

Era conocido como Ramiro Durán en su época de líder del Bloque Sur de la FARC. "Se encontraba en una finca cercana a la ciudad de Neiva, Huila, cuando un francotirador acabó con su vida con dos disparos; una vez sucedido este hecho fue trasladado a la clínica Medilaser, de dicha ciudad, donde no pudieron salvarle la vida", informó Comunes en un comunicado.

Cuando ocurrieron los hechos, el firmante de paz se encontraba el lunes por la tarde en la finca de su familia en una zona rural cerca de Neiva y tenía, según reportaron medios locales, un esquema de seguridad incompleto, por lo que, ante el ataque de un francotirador, los escoltas no pudieron reaccionar.

Antes de entregar las armas en 2017, Rojas fue responsable político de una de las estructuras más numerosas de la que fuera la guerrilla más poderosa de América.

Tras firmar la paz, integró la comisión de seguimiento de los acuerdos suscritos, de la que también hacen parte funcionarios colombianos.

Desde ese órgano denunció "ataques direccionados" contra excombatientes de la guerrilla y sus antiguos colaboradores en el sur del país.

En abril de 2021, Rojas renunció al partido Comunes por diferencias con la dirigencia.

Era "un líder comprometido con el territorio, con el diálogo y con el proceso de reincorporación", recordó en Twitter el jefe de la misión de la ONU en Colombia, Carlos Ruiz Massieu, quien subrayó "la necesidad reforzar la seguridad de excombatientes y líderes de paz".

El partido Comunes, quien tiene representación parlamentaria fija por lo decidido en el acuerdo de paz hasta 2026, denunció la "sistematicidad de estos hechos que obedecen a un plan premeditado del gobierno saliente, que se dedicó durante cuatro años a sabotear e incumplir el Acuerdo de Paz, generando violencia política y estigmatización sobre miles de personas que le apostaron a la paz".

"Le exigimos al Estado colombiano (...) esclarecer estos actos, no solo en sus autores materiales, sino también en quién está dando estas órdenes", apuntó el partido en un comunicado.

Aunque el acuerdo de paz mermó la violencia política, el país vive aún lidia con grupos armados que se lucran del narcotráfico y otras rentas ilegales en las antiguas zonas de influencia de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.

Cientos de exguerrilleros que hacían parte del pacto ha sido asesinados por disidentes que retomaron las armas, grupos de narcotraficantes e incluso miembros de la fuerza pública, de acuerdo con la fiscalía.