Elecciones 2017: ¿Cuál es el efecto del voto nulo?

Redacción
Hasta enero

La intención de anular el voto o dejarlo en blanco en las próximas elecciones subió cuatro puntos porcentuales desde octubre de 2016 hasta enero de este año, de 13 a casi 17%, según la encuestadora Cedatos. Fue una variación mayor que la que tuvo cualquiera de los candidatos, que en ese período subieron o bajaron apenas uno o dos puntos en intención de voto. Hasta enero, el 39% de los 12,8 millones de ecuatorianos habilitados para votar en estas elecciones no había decidido aún su candidato.
 
La mitad de los votantes tiene entre 16 y 35 años, son parte de una generación que ha crecido inmersa en el uso de celulares y redes sociales. Es a esa masa indefinida a la que podrían influenciar las campañas a favor y en contra del voto nulo que se expanden en redes sociales, con mensajes como #YoVotoNulo y #TachaTuPapeleta o #NoBotesTuVoto.
 
Carros forrados con propaganda de la López, de 41 años, quien fue candidato a asambleísta y a prefecto por Manabí. “Ninguno de los candidatos politiqueros representa nada nuevo, el voto nulo es una expresión de protesta, rechazo y castigo a la clase política”, dice Cedeño. Paralelamente a promover el voto nulo, Cedeño está recogiendo firmas para inscribir a su propio movimiento político. “Estamos construyendo un proyecto nacional pero necesitamos primero saber cuántos somos y dónde estamos ubicados”, admite.
 
La propuesta de Cedeño ha tenido exposición en varios medios y cita la experiencia en Colombia, donde, en 2011, la Corte Constitucional determinó que el voto en blanco es “una expresión política de disentimiento, abstención o inconformidad, con efectos políticos”. Desde entonces, se incorporó la opción “voto en blanco” en la papeleta, y si llega a ganar obliga a repetir la elección.
 
En 1979, cuando el Ecuador volvió a la democracia, la Ley de Elecciones sancionaba cualquier iniciativa de promover el voto nulo; luego esa norma se suprimió y en cada elección ha surgido algún movimiento que lo impulsa. Pero estas elecciones son algo distintas. 
 
 
Digitales
Según el último censo, Ecuador vive la mayor tasa de juventud de la historia, la edad promedio es 28 años. El estudio ‘Millennials en Latinoamérica, una perspectiva desde Ecuador’, del consultor político español Antoni Gutiérrez-Rubí, explica que estos jóvenes son “nativos digitales”, para ellos, en diferentes grados dependiendo de su estrato social, el uso de tecnología y redes sociales ha sido parte natural de su vida.
 
“Ecuador hoy tiene una nación digital dentro del país, la Nación Facebook tiene 10 millones de perfiles, una de las tasas más altas de Latinoamérica”, dijo Gutiérrez- Rubí en la presentación del estudio en Quito. Facebook es, de hecho, la principal fuente de información de estos votantes que tienen una relación distinta con la política formal: son mucho más críticos, volátiles, indecisos y desencantados. 
 
¿Qué opción en la papeleta representa todo eso? “La mayoría está dudando sobre su voto y son tentados por el voto blanco y nulo”, ha advertido Gutiérrez-Rubí en el diario estatal El Telégrafo, donde escribe una columna. “Si concentraran su preferencia en una respuesta casi generacional a la oferta política, podrían ser decisivos”. 
 
Gabriela Padilla, de 35 años es una de las community managers voluntarias del grupo de Facebook 'Voto Nulo Masivo 2017', lo hace porque “hay muchas personas decepcionadas de los partidos políticos”. Esta campaña es impulsada por jóvenes del movimiento de izquierda Bloque Proletario, un grupo que aglutina a varias iniciativas de mujeres, artistas y activistas.
 
Tienen 25 grupos de jóvenes activos en Guayaquil, Quito, Tulcán, Cuenca, Ambato... No tienen dirigentes, las decisiones se toman en consenso. Producen videos que difunden en redes sociales, hacen teatro callejero, reparten volantes, pintan grafitis y ponen en los basureros carteles que dicen “deposite su voto aquí”.
 
“No queremos nada con los partidos de la izquierda tradicional que han encasillado la lucha social en variantes electorales”, dice José Andrés Bonilla, de 33 años, activista de Bloque Proletario. “Llamamos a anular el voto porque las elecciones son un juego, una disputa entre los grupos monopólicos por la administración del Estado. Da igual quien gane, la estructura de poder no cambia”. 
 
 
Lo contrario
En el lado opuesto hay movimientos que ven con suspicacia a quienes promueven el voto nulo, los acusan de favorecer al candidato del gobierno, y la explicación es de precisión matemática. Patricio Gálvez, de 41 años, es vocero del Movimiento Cívico Nexo (Nuevo Ecuador por Oportunidades), que agrupa a profesionales y universitarios. Reconoce que sus ideas son afines al movimiento CREO.
 
El artículo 161 del Código de la Democracia señala las condiciones para que un candidato gane la Presidencia en una sola vuelta: debe tener al menos el 40% de los votos válidos y una diferencia mayor al 10%  respecto al que quede segundo. El Consejo Nacional Electoral (CNE) no considera a los votos nulos y blancos como válidos. El día de la elección, cuando se cuenten las papepletas y se excluyan los votos blancos y nulos, “los votos del candidato ganador de la primera vuelta, a pesar de no variar en cantidad, representarán un porcentaje mayor al que tendría si se consideran los votos totales, inflando el respaldo obtenido y facilitando que gane en una sola vuelta”. 
 
Así, en una simulación, si el candidato que va primero tiene, por ejemplo, 35% de los votos, y las papeletas nulas y blancas llegan al 15%, una vez retirados de la cuenta los nulos y blancos, el total del candidato que va primero salta al 41%. “Puedo asegurar que buena parte de los ecuatorianos desconoce que votando nulo están apoyando a que gane en una sola vuelta un candidato al que seguramente no quisieron respaldar”, dice Gálvez. 
 
El doctor Polibio Córdova, director de la encuestadora Cedatos, dice que, efectivamente, tal como están las cosas, un 15% de votos nulos y blancos podría catapultar al candidato que va puntero a ganar en una vuelta. Durante todo el proceso preelectoral, el candidato de Alianza PAIS, Lenín Moreno, ha tenido amplia ventaja sobre los candidatos de oposición. Si se vota nulo, ¿se beneficia a Lenín? “Así es, definitivamente”, dice Córdova.
 
Sin embargo, Córdova lleva 40 años siguiendo los procesos electorales del Ecuador y explica que históricamente, los votos nulos y blancos se “estabilizan” en alrededor del 10%. En las últimas elecciones presidenciales de 2013, llegaron a 9,1%. Córdova no ve motivo para que ese porcentaje varíe drásticamente, pero para saberlo, habrá que esperar al 19 de febrero.