El doloroso testimonio de Patience Carter
Patience Carter, sobreviviente del atentado en la discoteca Pulse (Orlando) tiene culpa de sobreviviente, e intenta procesarlo a través de la poesía.
"Pesa el sentimiento de culpa por sentirse agradecida por seguir viva. Queriendo sonreír por sobrevivir pero sin estar segura de si la gente de tu alrededor está preparada, mientras el mundo llora a las victimas brutalmente asesinadas, me siento culpable por gritar por mis piernas y el dolor... Porque no podía sentir nada. Como los otros 49, que no tuvieron la suerte de sentir este dolor mío. Ni en un millón de años hubiera pensado que esto podía pasar. Ni en un millón de años hubiera pensado que mis ojos podían ser testigo de algo tan trágico. Viendo las almas dejando los cuerpos de individuos. Viendo la ametralladora del asesino a través de mi periferia derecha . Viendo la sangre y los escombros cubriendo las caras de todos. El sentimiento de culpa por sentir que tengo la suerte de vivir pesa, es como el peso de las paredes del océano aplastadas sin control por los diques de contención. Es como estar fumada con una pierna hecha pedazos y que te tiren en la parte trasera de un Chevy. Que te lleven corriendo al hospital y te digan que vas a poder con esto cuando yacías al lado de personas cuyas vidas fueron arrebatadas de forma brutal. El sentimiento de culpa por seguir viva pesa".
"Ni en un millón de años pensé que esto podía suceder. Ni en un millón de años pensé que mis ojos podían presenciar algo tan trágico", cuenta el poema recitado ante los medios en el Hospital Florida de Orlando, según relata un reportaje de Diario El Mundo de España.
"El sentimiento de culpa por seguir viva pesa", sentenció este martes Carter, tras ver como murió su amiga Akyra Murray, de 18 años, la víctima más joven, por un disparo mientras se escondían en un cubículo de los baños del local.
La joven, aún muy afectada emocionalmente por este triste episodio, dijo que el asesino prometió no disparar a los negros porque ya "habían sufrido suficiente", según recoge el medio The New York Times y de acuerdo a lo que reproduce este medio español
Mateen le dijo a la joven: "No tengo problemas con las personas negras... Esto es sobre mi país".
Los disparos comenzaron alrededor de las 2.00 horas, cuando 320 personas copaban la sala. "Estaba tan confundida. Al principio pensé que era una pistola con proyectiles de plástico o el DJ poniendo el sonido de un tiroteo".
Una vez fuera del edificio, Carter y una amiga se dieron cuenta de que habían dejado atrás a una compañera. Decidieron volver a por ella, y se reencontraron en los baños de la discoteca.
Mateen las siguió a los lavabos, donde disparó una ráfaga de disparos que acabó con la vida de la amiga a la que habían entrado a buscar. "Estaba en shock. Pasamos de estar pasándolo muy bien a la peor noche de nuestras vidas en cuestión de minutos", declaró Carter.