Bailar las penas con "el más querido"

Ileana Matamoros
Ana Lucía Silva

Gerardo Morán, nombre indiscutible en el Olimpo de la música popular ecuatoriana, acepta dar una entrevista televisiva donde “lo contará todo”, pero, ya en el set, se encuentra notablemente nervioso. Es que una (¿supuesta?) infidelidad tiene a su matrimonio en crisis: Eva le ha pedido que se vaya de la casa. La tercera en discordia es Tamara, una bailarina mediocre, pero muy guapa y ambiciosa. La situación afecta el estado anímico del artista, tanto que incluso lo perjudica en el escenario. Pero el show debe continuar.

“La vida es como la música ecuatoriana, triste pero bailable”, asegura el actor y presentador Santiago Carpio, en la piel de Morán; el papel de su esposa Eva es interpretado por Estela Redondo. “El más querido” –apelativo de este cantante que saltó a la fama definitiva en los primeros años de la década de 2000, en medio del llamado Boom de la Tecnocumbia–, es la serie que Ecuavisa estrenó este martes 28 de junio.


Sus orígenes humildes y los largos años de
esfuerzo hasta que logró triunfar en la música
de mano de la tecnocumbia hacen de la vida de
Gerardo Morán un tema de telenovela.
Se trata de una ficción compuesta por 10 capítulos de una hora. El pretexto de la entrevista y los líos sentimentales del “presente”, funciona como la trama que dispara los recuerdos del cantante, que a manera de flashbacks relatan el accidentado recorrido profesional y personal del artista desde su humilde niñez en un pueblito agrícola, cuando sus hermanos lo llamaban el “Veintiuno” por haber nacido con dos dedos pulgares.

El director y dramaturgo quiteño Peky Andino es el creador de esta telenovela corta que se propone ser la primera de una serie antológica sobre cantantes famosos del país.


Una entrevista y los líos sentimentales del presente
son el pretexto que dispara los recuerdos del cantante
que a manera de flashbacks desarrollan la historia de
la serie “El más querido”.
“Hicimos un estudio y concluimos que Gerardo Morán era el artista popular de mayor aceptación masiva e impacto mediático, además que su trayectoria representaba el arquetipo de un artista de música popular: su origen, su lucha por ingresar al mercado, que fue muy larga y no fue tan simple, su experiencia de migrante en Estados Unidos donde fue obrero y cantante en bares de Queens… los elementos de su vida eran adecuados para la pantalla”.

El cantante aceptó participar del proyecto e incluso prestó su casa para filmar la serie, que es uno de sus escenarios más importantes, “y no movimos absolutamente nada”, puntualiza Andino “hasta el teléfono de la sala, (estilo Luis XIV de acuerdo al mobiliario) es el verdadero, el que utiliza la familia”. Sin embargo, el director y guionista es enfático en señalar que no se trata de un producto documental. “Es una ficción, ninguna vida personal da para una teleserie, ni siquiera la de los artistas populares. Hemos añadido situaciones y personajes inventados”, explica. Ruth por ejemplo, la insidiosa amiga de Eva interpretada por Érika Vélez, está inspirada lejanamente en alguien que fue cercano a los Morán hace varios años.
 


Francisco Oña y Dayanara Peralta (excantante de
“Candela y Son”) son Gerardo y Eva de jóvenes.
Uno de los pilares de la historia de “El más querido” es la juventud del cantante, y el enamoramiento con su actual esposa, el debutante Francisco Oña y Dayanara Peralta (excantante y bailarina de “Candela y Son”) interpretan a Gerardo y Eva a esa edad. Ella provenía de una condición social más elevada que la de él y su familia se opuso inicialmente a la relación. “Fue muy difícil para un joven sastre (Morán incursionó en ese oficio junto a su hermano, sin mucho éxito) tratar de conquistar a esta mujer que ya trabajaba en el sector público. Nos pareció una linda historia”, comenta Andino.  El guión de esta serie producida el año pasado cuenta con la aprobación del cantante.

UN FENÓMENO POPULAR

Ketty Wong, profesora de Musicología en la Universidad de Kansas (EE.UU.), dedica un capítulo de su libro “La música nacional. Identidad, mestizaje y migración en el Ecuador”, al “Boom de la Tecnocumbia”. Allí relata cómo este género ecléctico de letras melancólicas y ritmo bailable, surgió durante la crisis de los 90, mezclando elementos de la música andina con la cumbia tradicional y fue un éxito inmediato en los sectores populares (donde desplazó a la música “rocolera” y “chichera”), pero que le llevó cierto tiempo a las élites (musicales, intelectuales, económicas) tomar nota del fenómeno. No fue hasta septiembre de 2001, con la inesperada muerte de Thanya Paredes Asmara y su multitudinario funeral, que el periodismo y luego incluso la academia empezaron a investigar a la tecnocumbia.


La casa familiar que aparece en la serie es la verdadera
residencia del artista. En la foto Santiago Carpio como
Gerardo y Estela Redondo (der.) como su esposa.
“Es un fenómeno que nace de la migración”, apunta Andino, “las mujeres que se quedaron acá, y que los fines de semana salían a verse con amigas, estaban tristes, pero también querían divertirse. Bailar sus penas, como una manera de exorcizar la ausencia”. Señala que hoy, 15 años después, el género ya no resulta tan restringido a los sectores humildes, y que no son pocos los músicos contemporáneos jóvenes que lo han entendido como la posibilidad de encontrar una fusión que conecte con el público. “La música popular maneja, sin temor a equivocarme, presupuestos 30 veces más productivos que el pop ecuatoriano, no te digo del rock ni otras tendencias...”, asegura el director de “El más querido”.


La humilde infancia del cantante, nacido en
el recinto de San Pablo de Pita (provincia de
Bolívar) se relata en “El más querido”.