"Que no le cuenten a Fito", dijo Daniel Noboa al revelar parte de su plan "bonito" en la Penitenciaría de Guayaquil
El "problema central" de la crisis de inseguridad y violencia está en la Penitenciaría del Litoral, manifestó el presidente de la República, Daniel Noboa, al revelar que se harán cambios en la cárcel ubicada en Guayaquil y referirse a las barcazas para los presos más peligrosos.
Sobre la estrategia para intervenir la cárcel más grande y poblada del país, el primer mandatario dijo en una entrevista que "hay un plan bonito", al pedir, con sarcasmo, que no le cuenten de aquello a alias Fito (el preso conocido por ser el líder de "Los Choneros", una de las bandas más peligrosas en Ecuador)
Noboa anticipó que habrá una segmentación de las personas privadas de la libertad (ppl), y que se comenzará "por lo más básico": que no haya enchufes en las celdas.
"Lo que si le puedo decir es que la Penitenciaría del Litoral va a dejar de parecerse al (centro comercial) Quicentro, y se parecerá más a un centro de rehabilitación", enfatizó el presidente.
"Tiene más enchufes una celda de la Penitenciaría del Litoral que una habitación del hotel Marriott", cuestionó sobre el centro carcelario, que ha sido el escenario de los peores episodios de la serie de masacres entre bandas rivales donde han sido asesinados más de 450 reclusos desde 2020.
El primer mandatario también informó que su Gobierno ha recibido una solicitud de "un acuerdo de paz" por parte de una de las bandas criminales del país.
Pese a no revelar el nombre del grupo de delincuencia organizada que mantiene en zozobra a los ecuatorianos, dio a entender que no se contempla valorar ese escenario.
"Esa carta significa que algo estamos haciendo bien o que (los criminales) ya no tienen la protección capaz dentro de las fuerzas del orden", argumentó Noboa.
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BARCAZAS
Sobre su propuesta de campaña para aislar a los presos más peligrosos, Noboa dio detalles de las gestiones para el uso de barcazas.
Aclaró que se trata de una medida complementaria y provisional para segmentar y sacar a los presos que constituyen "amenazas reales" para la ciudadanía.
El objetivo es tenerlos aislados hasta que se termine la construcción de las cárceles de máxima seguridad y de "súpermáxima" seguridad.
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No obstante, el presidente indico que la llegada de una barcaza puede tardar entre siete u ocho meses, dependiendo qué tan lejos se encuentre, debido a que muchas no están operativas o no son autónomas, es decir que tienen que ser arrastradas por otros barcos.
Pero el Gobierno ya tiene tres opciones de barcazas, que están en Australia, Reino Unido y Estados Unidos
Admitió que la implementación es compleja, "pero más complejo es tener a todos esos líderes en una misma Penitenciaría en el centro de la ciudad más poblada del país, manejando operativos de violencia y de crimen organizado".
