por Ligia Proaño Fabara
El impacto de la pandemia no se limitó a los seres humanos. Una investigación reciente revela que los perros, considerados parte fundamental de millones de familias, también experimentaron cambios en su comportamiento durante y después del confinamiento por el COVID-19.
El estudio, desarrollado por el Dog Aging Project y citado por la investigadora Courtney Sexton, de la Universidad Virginia Tech, se basó en encuestas realizadas a casi 50.000 dueños de perros en Estados Unidos entre 2020 y 2023. Los resultados muestran que el estrés, la incertidumbre y la alteración de rutinas afectaron de distintas maneras a las mascotas.
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Los investigadores evaluaron el comportamiento en cuatro áreas: miedo, agresividad, facilidad de adiestramiento y búsqueda de atención. Entre los hallazgos destacan:
Las diferencias también se observaron según edad, tamaño y sexo. Los cachorros demandaron más atención, los perros pequeños mostraron más miedo y dificultad de entrenamiento, mientras que las hembras resultaron ligeramente más fáciles de manejar que los machos.
Aunque el estudio no determina si los cambios se deben más a los perros o a la percepción de sus dueños, los expertos destacan un punto clave: las mascotas también se ven afectadas por los cambios en su entorno social y familiar.
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“Los perros viven con nosotros, comparten nuestros espacios. Lo que ocurre con ellos está estrechamente vinculado con las personas con las que conviven”, señaló Sexton.
Los investigadores recuerdan a los propietarios la importancia de observar el comportamiento de sus mascotas y responder a sus necesidades, pues cada perro, al igual que cada persona, tiene una experiencia única.