La madrugada de este 5 de junio falleció ‘Esperanza’, una perrita mestiza que había sido brutalmente agredida días antes en el intercambiador de Calderón, al norte de Quito.
Según testigos del sector, la noche del 1 de junio el animal fue rociado con combustible e incendiado, en un hecho que aseguran fue intencional.
Pese a los esfuerzos realizados por los voluntarios de la fundación Lucky Bienestar Animal, quienes la rescataron y cuidaron durante varios días, la perrita no logró sobrevivir.
Su muerte fue causada por un paro cardiorrespiratorio, consecuencia de un fallo multiorgánico derivado de las graves lesiones que sufrió. "Se hizo todo lo posible por salvarla, pero el daño fue irreversible", lamentó una voluntaria de la fundación. A continuación, te contamos su historia.
Voluntarios de la Fundación Lucky Bienestar Animal acudieron al lugar tras recibir la alerta. Al llegar, encontraron a la perrita gravemente herida, con evidencias claras del ataque. Fue trasladada de urgencia a una clínica veterinaria, donde comenzó un tratamiento intensivo. Los rescatistas la llamaron 'Esperanza', como símbolo de la lucha que estaba por iniciar.
Desde el primer día, su estado fue crítico. Sufría quemaduras extensas, lesiones internas en el paladar, córneas gravemente afectadas, vías respiratorias comprometidas y pulmones colapsados.
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Debido a la gravedad, se le proporcionó oxígeno y alimentación asistida a través de una sonda, mientras el equipo médico intentaba estabilizarla.
Durante varios días, los médicos hicieron todo lo posible por salvarla. Sin embargo, 'Esperanza' no respondía favorablemente a los tratamientos y presentaba dolor constante e incapacidad para alimentarse por sí misma.
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La Unidad de Bienestar Animal (UBA) intervino en el caso. El lunes 2 de junio realizó una inspección en el lugar del ataque, recogiendo testimonios de vecinos.
Además, se solicitó al ECU 911 el acceso a las grabaciones de las cámaras de seguridad cercanas, con el fin de identificar a los responsables. Hasta el momento, no se han entregado esos registros ni se ha confirmado la identificación de algún sospechoso.
La historia de 'Esperanza' ha conmovido a cientos de personas y ha vuelto a poner en evidencia la necesidad de seguir visibilizando el maltrato animal. Aunque no pudo ganar esta batalla, su caso ha generado un llamado a la reflexión sobre la responsabilidad de proteger a los seres más vulnerables.