Zom 100: Refrescante película sobre zombis y crítica social
“Su jefe lo maltrata. Trabaja sin parar. No es más que un esclavo de la empresa... hasta que estalla una epidemia zombi y vuelve a sentirse vivo otra vez”, esta es la sinopsis que nos presenta Netflix respecto a la película que les recomiendo en esta ocasión: ‘ZOM 100: Cien cosas que quiero hacer antes de convertirme en zombi’. Filme que podría pasar desapercibido si creemos erróneamente que es otra película más de bajo presupuesto o alguna adaptación cutre. Este no es el caso, ‘ZOM 100’ adapta el manga escrito por Haro Aso (el genio detrás de Alice in Borderland) e ilustrado por Kotaro Takata, quienes lograron crear una historia que engancha gracias a la perfecta combinación entre carisma de los personajes, argumento atrapante, humor y crítica social.
Es importante destacar que esta adaptación live action es dirigida por Yûsuke Ishida, director japonés con amplia experiencia en populares series de TV Tokyo, quien sale victorioso al trasladar a la gran pantalla el tono de ‘ZOM 100’, ya que, en lugar de navegar por los tópicos comunes de persecuciones, destrucción y cómo sobrevivir a zombis en Japón, logra plasmar a través del protagonista, Akira Tendō, interpretado por Eiji Akaso (reconocido por series como Kamen Rider o películas como Cherry Magic!), las opresiones laborales, frustraciones y enorme desigualdad que impera muchas veces en el ámbito empresarial, creando una perfecta metáfora sobre cómo, en ocasiones, ponemos en segundo plano nuestra libertad para someternos a condiciones de trabajo asfixiantes y hacemos todo por ser aceptados y escalar en nuestros trabajos.
El apocalipsis zombi es un contexto ideal para entrelazar historias y crear una sólida relación entre Akira y sus amigos, principalmente Shuntaro, Shizuka y Kencho, quienes comparten diversidad de obstáculos en esta particular aventura. La historia brinda dosis de tensión, persecuciones frenéticas y emociona al espectador al combinar el sentido de supervivencia, sumado a la dinámica de lista de deseos, en la cual conforme avanzan las acciones, se desbloquean poco a poco los deseos que el protagonista busca conseguir antes de ser consumidos por el fin de los tiempos.
Si bien se debe dejar claro que la estética, actuaciones, puesta en escena y humor tienen las marcas distintivas de los animes, que para un público que no está acostumbrado a este estilo puede resultar pesado; la experiencia no es chocante ya que no cae en las exageraciones gratuitas, al contrario, consigue que el argumento se destaque por sobre todo lo demás.
Es gracias a las muy logradas secuencias de acción, gran manejo de cámara y la excelente dirección fotográfica de Taro Kawazu, con amplia experiencia en obras como ‘Alice in Borderland’ y ‘Gantz’, que en lugar de cuestionarnos la credibilidad de los escenarios, nos vemos inmersos en este futuro caótico y nos olvidamos de cualquier búsqueda de razones por comprender el origen de los zombis o los tópicos de guerras, para concentrarnos en las historias y deseos personales.
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ZOM 100 también nos deja una muy buena lección de cómo potenciar la antes mencionada crítica a la explotación laboral, gracias a que, bien podría ir por el camino fácil de tratar al principio este tópico, para luego concentrarse en los zombis, combinando las persecuciones con la consecución de deseos; pero no, el guion logra evolucionar y plantear cómo en un aparente refugio seguro, la propia sociedad del control puede convertirse en el mismo ente opresor que el más cruento de los trabajos.
Es el momento ideal para disfrutar de ‘ZOM 100’, que llega justo en el resurgimiento del género, gracias a series como ‘The Last of Us’. No duden en dar una oportunidad a esta buena adaptación que es otra gran muestra de que Netflix, cuando realmente se lo propone, puede hacer grandes adaptaciones, tal como lo está consiguiendo con ‘One Piece’.
