Si así llueve, que no escampe. En Ecuador, en 2023 el número de publicaciones impresas creció en 8 por ciento respecto del año previo. Lo revela el primer estudio del mercado editorial nacional, presentado en diciembre por la Cámara Ecuatoriana del Libro. Hay buenas noticias y razones para celebrar este Día del Libro.
Esta celebración mundial rememora el fallecimiento de Miguel de Cervantes, William Shakespeare y el Inca Garcilaso de la Vega. Estos hechos ocurrieron el 23 de abril de 1616.
En el preludio de la conmemoración nacional, la Cámara Ecuatoriana del Libro (CEL) premió a tres representantes del mundo editorial: María del Pilar Cobo, en la categoría corrección editorial; Roger Ycaza, en literatura infantil; y Antonio Mena Vásconez, en diseño editorial.
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En forma paralela, tres figuras que dejaron su huella en esos campos de la producción editorial recibieron homenajes póstumos: Eduardo Kingman Riofrío, por su aporte al diseño editorial; Teresa Crespo Toral, por su labor pionera en literatura infantil; y, Miguel Donoso Pareja, por su contribución al mundo literario y a la promoción y corrección de textos.
El lugar del evento organizado por la CEL no pudo haber sido mejor escogido. La Biblioteca Nacional Eugenio Espejo, que funciona en 6.500 metros cuadrados de las instalaciones del antiguo hospital Eugenio Espejo.
Fabián Luzuriaga, presidente de la CEL, explicó que la premiación a tres referentes en el mundo editorial nacional ratifica la intención por fortalecer el sector.
Milagros Aguirre, a cargo de la vicepresidencia de la CEL, explicó a Vistazo que “es el segundo año que premiamos a representantes del ecosistema del libro, reconocemos a la gente que a veces está detrás de las bambalinas del sector editorial”.
Por ello, en sus palabras de agradecimiento, María del Pilar Cobo recordó que la corrección de libros es una tarea “silenciosa e invisible”, ya que “la buena corrección facilita la lectura, acerca el texto a quien la lee”. “La labor es invisible pero quienes la hacemos no somos invisibles, la nuestra es una labor precarizada”. Y recalcó que con frecuencia le preguntan si cobra por leer, como si el suyo no fuera un oficio que requiere altos niveles de especialización.
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Roger Ycaza, quien no solo es ilustrador sino también autor de libros infantiles, relató al auditorio que él es un autodidacta. Y narró que está por presentar en Bogotá un libro sobre migración y pérdida:
Antonio Meza Vásconez, en cambio, habló de la estética y la funcionalidad en un ámbito tan especial como es el diseño editorial.
En 2023 en el país se registraron 3.077 títulos en formato impreso, según el estudio de la CEL. El año previo fueron 2.846 títulos los registrados.
Los títulos en formato digital llegaron a 2.528 en el último año, logrando un crecimiento a partir de la pandemia. Sin embargo, los datos muestran que un formato no reemplaza al otro, sino que el mismo título se publica en formato impreso y en digital.
¿Qué pasa con los audiolibros? En 2021 tuvieron un tope, con 42 títulos, pero en 2023 se registraron 14 títulos.
La producción de libros en el país alcanzó los 4 millones de ejemplares en 2023, según el estudio. “Esto representa un 25 por ciento de crecimiento con relación a 2022”.
Los libros de interés general son los que predominan: hubo 1,8 millones de ejemplares. Los educativos les siguen en importancia, con 1,3 millones de ejemplares.
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A partir de encuestas en el sector, se determinó que en el ranking de más vendidos, predominan los títulos de corte académico, con el 36 por ciento del mercado. En 2023, el sector editorial generó casi tres mil fuentes de empleo.
“El libro impreso no ha sido sustituido por el libro digital”, establece el estudio. Casi la mitad de libros producidos en el país no es comercializable, se trata de títulos producidos en las universidades, sin fines de lucro.
El estudio establece, sin embargo, que el sector necesita estímulos para crecer. La producción ecuatoriana equivale a un quinto de la producción editorial en el país vecino, Colombia.