Carreras de salud de institutos tecnológicos se apoyan en la tecnología
De acuerdo a un informe de la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt), en el Ecuador existían, hasta enero del presente año, 65 carreras relacionadas al campo de la salud, las cuales están bajo la coordinación de institutos particulares.
Dentro de este campo académico han existido diversos cambios e innovaciones a raíz de la pandemia, causada por el COVID-19 y sus nuevas variantes. Desde marzo de 2020, los institutos se vieron obligados a replantear sus metodologías de enseñanza, debido al confinamiento obligatorio, para considerar el uso de algunas plataformas virtuales y continuar con su enseñanza.
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Luego, a partir de mayo del siguiente año, varios establecimientos pusieron en práctica su modelo educativo híbrido para tener un retorno progresivo de sus estudiantes a las aulas de clases.
Roberth Zambrano, canciller del Instituto Superior Universitario Portoviejo (ITSUP), cuenta que desde esa fecha empezaron a trabajar en talleres, laboratorios y simuladores, con las asignaturas que tienen un componente práctico más elevado, y las materias, cuyo componente teórico es mayor, se han seguido impartiendo de forma virtual.
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El instituto, ubicado en la capital manabita, cuenta con las carreras de Emergencias Médicas, Asistencia en Farmacia, Enfermería y Rehabilitación Física. En enero de 2022, los institutos se acogieron nuevamente a las medidas implementadas por el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) nacional, para retomar otra vez la totalidad del currículo de manera virtual.
Otro establecimiento que se acopló a estas condiciones, fue el Instituto Superior Universitario San Isidro, el cual enfatiza la importancia de seguir impartiendo clases presenciales en asignaturas eminentemente prácticas, de laboratorio y de profesionalización.
Paul Delgado, vicerrector académico y de investigación, indica que para trabajar dentro de este contexto, el instituto implementó instancias de comprobación efectiva y presencial de los resultados de aprendizaje de sus estudiantes, basados no solo en exámenes o evaluaciones escritas, sino también en base a resolución de casos, simulacros y juego de roles profesionales.
El instituto también adquirió un software y equipamiento digital para impartir clases virtuales en 3D, en áreas de conocimiento como anatomía y fisiología. Parte del contenido académico de las carreras de salud involucra la capacidad que tienen los estudiantes para tener un vínculo con la sociedad, especialmente en estos últimos dos años donde las profesiones relacionadas a esta área han sido imprescindibles y demandadas a causa de la pandemia.
En el caso del Instituto Superior Universitario Stanford, ubicado en Riobamba, desde el 2020, estudiantes y docentes de las carreras de enfermería, emergencias médicas y odontología han tenido un rol preponderante al haber participado en el plan de vacunación de la ciudad, el cual fue reconocido con la Mención Honorífica “Dr. Alfonso Villagómez Román” otorgada por el GAD cantonal.
En la actualidad, quienes conforman el instituto continúan participando en el programa de vacunación liderado por el Ministerio de Salud Pública. Adicional a ello, José Ocaña, rector del Instituto Universitario Stanford, menciona que se está planificando la ampliación de la infraestructura física del establecimiento, y el reequipamiento de los laboratorios.
Como parte de los cambios originados a nivel público, el Instituto Superior Tecnológico Riobamba está próximo a presentar cuatro proyectos de carrera al Consejo de Educación Superior, vinculados a Asistencia en Farmacias, Emergencias Médicas, Estimulación Temprana y Rehabilitación Física. Estas competencias se encuentran en valoración de la Senescyt.
Superando obstáculos
Roberth Zambrano, canciller del Instituto Superior Universitario Portoviejo, reconoce que, en la educación superior, la virtualidad total no ha permitido alcanzar el desarrollo completo de las habilidades y destrezas que constan en los perfiles de egreso de los profesionales. “A pesar del esfuerzo realizado por los docentes, es complicado alcanzar los aprendizajes significativos y de eso están conscientes los estudiantes y padres de familia.
No obstante, los profesionales de la salud que desarrollan las actividades docentes están capacitados en procesos de simulación, lo que ha servido para continuar con las actividades prácticas”, explica.
Dentro de esta experiencia, el proceso más complejo que el instituto atravesó, ha sido la capacitación a los docentes en el uso de los distintos entornos virtuales de aprendizaje (EVA). Ante esta situación, el instituto manabita implementó un sistema de acompañamiento entre los docentes que mayor dominio tienen de las herramientas virtuales hacia aquellos que mostraban alguna dificultad.
Luego, fueron venciendo estos obstáculos, a tal punto que en la actualidad todos trabajan con las nuevas metodologías en este proceso de enseñanza y aprendizaje. Paul Delgado, vicerrector académico y de investigación del Instituto Superior Universitario San Isidro, también cree que, en el caso de su institución, la mayoría de estudiantes ha tenido que acoplarse a esta nueva modalidad de estudio (híbrida especialmente) aunque existe una preferencia por la modalidad presencial.
“El hecho de tener estudiantes con un rango de edad entre 17 a 23 años, que se matricularon en carreras con modalidad presencial, necesitan la vivencia en la que compartir presencialmente con sus compañeros y docentes es fundamental”, manifiesta. Por esta razón, el instituto ha avanzado a la presencialidad de sus estudiantes, tomando las medidas sanitarias necesarias.
* Desde este jueves 24 de febrero, lea otros temas del especial de Institutos por Enfoque, junto con Revista Vistazo.
