El 31,7 % de ecuatorianos ha cambiado de banco por insatisfacción con el servicio, según estudio

La pandemia aceleró los cambios de hábitos bancarios de los ecuatorianos, en algunos casos redefiniéndolos y en otros adaptándolos, afirma una investigación realizada por la empresa de software bancario “Temenos”.
Estefanía Ortiz
Referencial. El 67.1 % de ecuatorianos realizan operaciones bancarias "completamente" o "principalmente" en línea.

La pandemia aceleró los cambios de hábitos bancarios de los ecuatorianos, en algunos casos redefiniéndolos y en otros adaptándolos, afirma una investigación realizada por la empresa de software bancario “Temenos”.

Actualmente, el 67.1 % de individuos realizan operaciones bancarias "completamente" o "principalmente" en línea, según la investigación, basada en las respuestas de más de 400 ecuatorianos y completada en septiembre de 2021.

Además, revela que el 31.7% de los encuestados afirmó haber cambiado su banco porque estaban descontentos con el servicio.

¿POR QUÉ LOS ECUATORIANOS SE CAMBIAN DE BANCO?

El guayaquileño Julio Ramírez explica que se decidió a cambiar de banco debido a las limitaciones que tenía la aplicación de su entidad financiera anterior. “No podía hacer transferencias porque era muy complicada esa ‘app’. Solo me servía para ver mi estado de cuenta y saldo. Así que me cambié de banco y ahora hasta certificado bancario puedo sacar en línea”, explica.

Por su parte, Luis Alfonso Saltos, quien reside en la Amazonía, asegura que se cambió de banco debido a la facilidad para encontrar cajeros de ese banco y así no incurrir en gastos adicionales por sacar dinero en redes bancarias que no son de la propia tarjeta. Por otro lado, agrega, “la aplicación (de su banco actual) tiene mejores niveles de seguridad para prevenir si me roban el celular”.

Hace un año, Nino Villacreses también decidió cambiar de banco por lo difícil que era hacer trámites como la reposición de su tarjeta de débito tras la pérdida. “Llamé al banco y no me ayudaron. Acudí a la agencia y una señorita, de manera muy déspota, de dijo que ese trámite se hacía en línea, así que me fui a otro banco”, explica. Además, cuenta que la página web de su banco anterior le parecía poco amigable y era difícil de usar.

La investigación refuerza la idea de que los usuarios sobre la importancia de los servicios virtuales. El 29.4% de los encuestados mencionaron la banca móvil como el factor más importante al elegir un banco por primera vez, superando criterios como la red de sucursales del banco, (11.5%), los descuentos y otras ofertas (12%).

“Ecuador ha entrado en la era de la banca "sin corbata"; una experiencia menos formal, más rápida (en muchos casos, en tiempo real), más personalizada y genuinamente accesible las 24 horas. Y los consumidores ecuatorianos están impulsando esta tendencia: casi un tercio (31.7%) de los encuestados afirman haber cambiado de banco porque no estaban satisfechos con el servicio”, afirma el director Regional de “Temenos” para América Latina y el Caribe, Enrique Ramos O´Reilly.

DIFERENCIAS EN LAS PRÁCTICAS BANCARIAS POR GENERACIONES

La investigación expone que muchos casos, las generaciones mayores del país revelan que en realidad tienen más "ataduras" en sus preferencias bancarias que sus contrapartes más jóvenes:

Si elige un servicio bancario 46.4% de los encuestados de 45 años o más confiaría en su propia experiencia e investigación personal como la principal influencia, en comparación con solo 24.8% de sus contrapartes más jóvenes.

Cuando se trata de resolver una inquietud con respecto a su cuenta, casi la mitad de los encuestados (48.6%) menores de 44 años optarían por visitar el banco en persona, en comparación con solo 34.4% de los mayores de 45.

Otra diferencia generacional en las prioridades bancarias es que para casi la mitad (48.6%) de los encuestados de 35 años o más, es fundamental que no se requiera un depósito mínimo para abrir una cuenta bancaria, en comparación con 36.8% de aquellos de menos de 35.

Además, los préstamos personales serían una prioridad para casi la mitad de los encuestados de 35 años o más. (48.4%) comparado con solo el 36.8% de los ecuatorianos más jóvenes.