UNASUR R.I.P.

Editorial

LA LÁPIDA QUEDÓ SELLADA. La UNASUR, concebida como un bloque político y económico para resolver los asuntos de América del Sur, descansa para siempre. Pasa a ser una más en la sopa de letras de los múltiples organismos latinoamericanos fracasados, a pesar de que los pueblos compartimos idioma, historia y cultura.
 
Se entierra con ella el intento de Brasil de llegar al Pacífico, para lo cual promovía el desarrollo de la infraestructura regional, con sus empresas. Le acompaña a la tumba el proyecto de Hugo Chávez, quien hizo del organismo una suerte de club de amigos de la misma ideología: listos a censurar a los enemigos de los amigos, como fue en la destitución de Fernando Lugo en Paraguay, pero jamás al elefante en la tienda de cristalería, como es la dictadura de Nicolás Maduro.
 
Fue un proyecto costoso, no solo porque dejó al descubierto lo peor de la cultura política sudamericana, sino porque consumía más de 10 millones de dólares anuales en gastos burocráticos, la mayoría en salarios administrativos.
 
Ecuador y Bolivia, además, fueron los más generosos. Nuestro país gastó 60 millones de dólares en un suntuoso edificio y sus áreas circundantes para ubicar la sede. En tanto, Bolivia invirtió 63 millones de dólares en otra construcción también muy lujosa, en medio de las montañas para que alguna vez se reuniera el Parlamento. Quedan como mudos testigos del absurdo despilfarro, países llenos de carencias pero mandatarios generosos con el dinero que no les pertenece.
 
Además, en la sede en Ecuador se evidenció el deseo de hacer favores a los amigos. Se colocó una estatua de Néstor Kirchner, quien apenas estuvo cinco meses como secretario general para consolar a su viuda Cristina Fernández.
 
Cuando los vientos políticos cambiaron, Venezuela boicoteó la elección del nuevo secretario general, por ser cercano al presidente Mauricio Macri. Entonces, el organismo agonizó. Ecuador es el último en dejar la institución, reclamar el regreso de la sede y desmontar la estatua de Kirchner “por no representar los valores y ética”. La pareja de esposos, Néstor y Cristina, mantuvo un esquema de corrupción que tras ser develado tiene a la expresidenta enjuiciada penalmente.
 
Son acertadas las decisiones del presidente Moreno para dejar la UNASUR y sacar la estatua de Kirchner. No obstante, es errado su ofrecimiento de entregar la sede para que allí funcione una universidad indígena. El edificio por sus características no sirve para ese propósito.
 
Los urbanistas concuerdan en que allí debe hacerse un museo para exhibir junto a la Mitad del Mundo, el arte y la cultura de nuestro país. Además, el mantenimiento del mismo requiere de una cifra elevada, que no puede darse en tiempos de austeridad. Hay muchos edificios públicos más adecuados para ser entregados a dicha universidad, entre ellos alguno de los modernos complejos que quedaron abandonados con la mudanza hacia las plataformas Financiera y del Sur.