Trabajar más

Editorial

Algún embajador norteamericano en Ecuador sostuvo que en el país los contratos son “papel mojado”. Aunque la frase fue dicha hace más de 20 años, poco ha cambiado. La seriedad para asumir los compromisos adquiridos es una virtud bastante escasa en nuestra sociedad. Así debe uno entender el reciente juego con las fechas del feriado del 1 de mayo por parte del Gobierno.
 
En 2016 se aprobó una disposición que regulaba los feriados para evitar abruptas interrupciones laborales. La mayoría de empresas y empleados del sector formal acogieron la norma con beneplácito, pues las vacaciones se formalizaban de acuerdo a una lógica y no al humor del gobernante. La ley consideraba que no se podían trasladar los feriados correspondientes al 1 de enero, 1 de mayo, 2 y 3 de noviembre y 25 de diciembre. En años anteriores, el feriado del 1 de mayo cayó en fin de semana y no hubo problema. El año pasado se hizo un puente porque cayó martes. Sin embargo este año al caer en miércoles el Gobierno se enredó, trasladó el feriado al viernes 3, después concedió vacaciones el miércoles medio día y por último por todo el día.
 
Uno de los mayores problemas que tiene Ecuador es su baja productividad. A mayor productividad mejor uso de los recursos materiales, financieros y tecnológicos de un país. ¿No deviene en una urgencia trascendental para Ecuador, donde materiales, capitales y tecnología son escasos, ser más productivos? El presidente Moreno ha anunciado como objetivo incorporarse a la Alianza del Pacífico, a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y firmar otros acuerdos comerciales con Estados Unidos, Gran Bretaña, etc., objetivo respaldado por la mayoría de ecuatorianos, pero paradójicamente conspira con su ambivalencia en decretar feriados. Así no competiremos en escenarios donde hay mano de obra mucho mejor calificada e inversión constante en desarrollo productivo.
 
Las vacaciones son saludables y cuando son organizadas de manera anticipada, como está establecido en el calendario, permiten tanto la planificación empresarial, como la de los operadores turísticos. Además, afectan menos al sector que no tiene empleo formal, que lamentablemente es la gran mayoría de los ecuatorianos. No obstante, todo colapsa cuando se improvisan los cambios. Urge reformar la ley para evitar que los feriados “inamovibles” afecten la semana laboral. Si se hace puente, el día o días ocupados debe cargarse a vacaciones y dejar de seguir con la ficción de que “se compensará” con horas adicionales en la semana siguiente.
 
Necesitamos organizarnos mejor y trabajar más y de manera ordenada y no al arbitrio de decisiones políticas. De lo contrario seguiremos ocupando el puesto 118 entre 190 países en el índice que guía a las inversiones extranjeras, el “Doing Business” del Banco Mundial, bastante más atrás que nuestros vecinos Colombia (65) y Perú (68). Y a pesar de nuestro potencial: petróleo, minería, turismo, agricultura y pesca, industria y construcción, recibimos el año pasado 1.400 millones de dólares de inversión extranjera directa, ingresos inferiores si los comparamos con los 8.679 millones de Colombia y 6.109 millones de Perú.