La toga no hace al juez

Patricia Estupiñán

Para dar solemnidad al acto de juzgamiento, el Consejo de la Judicatura ha decretado que es obligatorio que los magistrados utilicen toga. Según Paulina Aguirre, presidenta de la Corte Nacional: “Es un paso al restablecimiento de la confianza en el sistema de justicia”. La toga negra se originó en Inglaterra en 1604 y aunque se utiliza principalmente en países anglosajones, es a los jueces lo que es el uniforme blanco a los médicos y los símbolos son importantes. No obstante, no basta el vestido negro, para generar confianza o cambiar la percepción sobre la probidad de la justicia que tenemos los ecuatorianos. 
 
De acuerdo al Índice del Estado de Derecho 2019, que anualmente realiza el World Justice Project y que mide cómo el común de los ciudadanos de un país considera a la justicia, Ecuador está en el puesto 87 entre 126 países. Sobre un promedio de 100 puntos, Ecuador obtuvo 48, es decir menos de la mitad. En América Latina, Uruguay es el país con el mejor estado de derecho con un promedio de 71, seguido de Costa Rica 69 y Chile 68 puntos.De nuestros vecinos, Perú tiene 51 y Colombia 50. Esta calificación ubica a Perú en el puesto 70 y a Colombia en el 80, bastantes lugares más adelante que nuestro país.
 
Para respetar a nuestro sistema de justicia, se requiere que tanto en el área civil como en la penal, la ley se aplique sin discriminación; que no exista la influencia indebida del gobierno de turno, como sucedió en la década pasada; que no ocurran en los procesos dilatorias y retrasos injustificados y lo más importante, que esté ausente la corrupción. Además, en los casos penales debe imperar una investigación efectiva, el debido proceso y para los sentenciados un buen sistema penitenciario. Es en la evaluación de todos estos temas en que los ciudadanos comunes del Ecuador, han dejado reprobada a la justicia nacional. Cuando estos preceptos sean realidades, Ecuador tendrá un estado de derecho y los ciudadanos creerán en los jueces y la toga será un símbolo de respeto. Mientras subsistan las deficiencias descritas, al igual que el hábito no hace al monje, la toga no hará al juez.