Un vistazo a la economía del mundo

Gabriel Rovayo

En Reino Unido, el país responsable del tambaleo que sufrió la Unión Europea en 2017, el escenario no es tan alentador debido al Brexit. Los análisis dicen que hasta 2030 la economía británica tendrá un impacto de 533.000 millones de euros y pérdidas de 22.000 millones de libras en exportaciones.
 
Pero, para 2018 que está más cerca, lo que parece que sucederá es que algunos bancos optarán por abandonar el territorio, dada la fragilidad de la economía en los primeros tiempos del Brexit. Un bajón en el área de los bienes raíces y otro en el del turismo.
 
• En la Unión Europea el panorama tampoco parece tan festivo, ni siquiera tranquilizador. Y esto se refleja en la manera en que la UE ha organizado el presupuesto para 2018. La cantidad comprometida es un 1,4 por ciento superior a la de 2017 (186 mil millones de dólares en compromisos), y como es habitual se sitúa en el término medio entre la posición que reclamaba la Eurocámara (191 mil millones de dólares) y la del Consejo (188 mil millones de dólares).
 
• El Fondo Monetario Internacional (FMI) y otros analistas económicos coinciden en que las perspectivas económicas para Estados Unidos en 2018 no son las mejores. De hecho, el FMI redujo su pronóstico para el crecimiento de EE.UU. este año a 2,1 respecto al 2,3 de 2017.
 
• Otro panorama que preocupa es el venezolano. Pero en este caso las previsiones no son nada difíciles de hacer. Con o sin default, la economía de Venezuela será un desastre… Y el sector más afectado (y totalmente prioritario) será el de los alimentos. Aquiles Hopkins, presidente del gremio agropecuario advirtió que el escenario para 2018 es crítico. Si 2017 fue difícil teniendo inventarios que quedaron de 2016 en fertilizantes, semillas y agroquímicos, para 2018 Venezuela no tiene nada.
 
• Pero si hablamos de Asia y, sobre todo China, el panorama es totalmente diferente: es alentador. Según el BAD (Banco Asiático de Desarrollo) la economía de Asia-Pacífico (sin contar Oriente Medio y Japón) crecerá un 5,9 por ciento en 2017, y la de China, su principal motor, un seis por ciento, dos décimas más de lo calculado en su primer informe de perspectivas en abril. Esta región, sin duda, pasa por un buen momento económico.
 
Incluso las previsiones de crecimiento para los países asiáticos en desarrollo están aumentando, alimentadas por una reanimación del comercio internacional y el buen momento de China. China es, sin duda, el eje de todo este torbellino de bienestar. 
 
Habrá que hacer ajustes necesarios, sobre todo en las economías emergentes o, como en el caso de Venezuela, desesperadas. Desear un feliz año no bastará.