La tendencia de comer sin gluten

Cora Gallardo

El gluten es un elemento fundamental para brindar textura, sabor, viscosidad a muchos alimentos, por lo cual es muy difícil realizar una alimentación libre de gluten, sin embargo, en los últimos años se ha ido incrementando la presencia de alimentos cero gluten.

Hoy en día hay una tendencia a consumir una alimentación sin gluten o gluten free, más que una indicación terapéutica para algunos se ha convertido en un estilo de vida. Se podría decir que es similar al furor que causó la alimentación fat free. El gluten free consiste en llevar una alimentación libre de gluten, que es un conjunto de proteínas que se encuentran en el trigo, avena, centeno y cebada (TACC) y sus derivados.

Quienes optan por este tipo de restricción en la alimentación suelen hacerlo por tres motivos: En primer lugar, quienes padecen enfermedad celíaca, ya que la eliminación total del gluten es el único tratamiento posible. El segundo grupo de adeptos son las personas con sensibilidad al gluten pero no celíacos, es decir no son alérgicos al gluten pero presentan distintas sintomatologías corporales asociadas a una alimentación tradicional que contenga este ingrediente. Y en tercer lugar se encuentran aquellas personas que solamente optan por la alimentación sin gluten como un estilo de vida o por moda, pudiendo o no tener conocimiento concreto de estudios de referencia sobre el tema, pero no presentan síntomas cuando consumen alimentos con TACC.

El consumo de alimentos libres de gluten ha aumentado exponencialmente en las últimas décadas, éste es un elemento fundamental para brindar textura, sabor, viscosidad a muchos alimentos, motivo por el cual es muy difícil con la oferta de alimentos en la actualidad, poder realizar una alimentación totalmente libre de gluten, sin embargo, poco a poco en los últimos años la industria ha aumentado su oferta y se va incrementando la presencia de este tipo de alimentos cero gluten.

Diferencias entre las dos patologías

1. Celiaquía

La celiaquía es una enfermedad autoinmune, la cual presenta una intolerancia permanente al gluten, que aparece en personas genéticamente susceptibles. La enfermedad consiste en una inflamación crónica de la mucosa del intestino delgado, causando malabsorción de nutrientes. Los síntomas en niños: episodios de diarrea y de estreñimiento, anorexia, vómitos, dolor abdominal y en adultos dispepsia, diarrea crónica y estreñimiento, síndrome de intestino irritable y depresión, entre otros.

2. Sensibilidad al gluten no celíaca

Hay pacientes que no son celíacos ni poseen alergia al gluten, pero han sido diagnosticados por una sumatoria de manifestaciones físicas no provocadas por otras causas. Los síntomas digestivos son muy parecidos a la enfermedad celíaca pero también pueden encontrarse otros más allá de los digestivos como dolores en las articulaciones y huesos, calambres, fatiga, adormecimiento de las extremidades, etc.

La mucosa intestinal puede presentar lesiones o no. Genéticamente, el 50 por ciento de las personas sensibles al gluten presentan las proteínas de riesgo de enfermedad celíaca. El diagnóstico es confirmado cuando al suprimirse el consumo de gluten mejora la salud de la persona y si luego de volver a consumirlo regresan los síntomas mencionados. El tratamiento, obviamente, es la dieta libre de gluten.

Para quien presenta alguno de los síntomas, lo más recomendable es hacerse las pruebas que determinan si el paciente tiene Celiaquía o sensibilidad al gluten, consultando con su médico.