La Amazonía tiene voz de mujer: Nina y Helena Gualinga

Clara María Reyes Buenaventura
Foto: Iván Mora Troya / @ivanmoratroya

Su conexión con la naturaleza y su inteligencia son características que comparten estas dos hermanas, líderes amazónicas, quienes trabajan por la protección y conservación de la selva. Desde chicas supieron que debían cuidar la casa de sus ancestros, la misma casa que es también vital para el resto de la humanidad. En el mes de la Tierra conocemos sus historias.

Foto: Iván Mora Troya / @ivanmoratroya

Como si la fuerza de la madre Tierra les hiciera un llamado, las hermanas Gualinga, Nina y Helena, de mamá ecuatoriana y padre sueco, tienen como misión la lucha para preservar la Amazonía, y no se trata de una encomienda de algún líder comunitario, es mucho más fuerte que eso, es el pedido de la propia naturaleza.

Nina ha recibido reconocimientos, como el International President’s Youth Award (Premio Juvenil de Conservación) en el 2018, otorgado por el WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza). Helena ha participado de cumbres importantes donde se discuten soluciones de las naciones frente al Cambio Climático, como la Conferencia de las Partes (COP), una cumbre anual que realiza la Convención Marco de las Naciones Unidas.

La sabiduría inculcada de sus abuelos y la educación europea que han recibido es la amalgama que da como resultado la voz fuerte que cada una de ellas levanta día a día por un presente y un futuro justo.

Foto: Iván Mora Troya / @ivanmoratroya

Nina

¿Cómo fue tu infancia?

Yo de pequeña crecí en mi comunidad Sarayaku, de donde viene mi mamá y ahí crecí con mi familia materna, mis abuelos, tíos, primos. Somos una familia bastante grande y había muchos niños. Siempre jugábamos en el río, en la selva, buscando frutas, sí fue una vida muy tranquila, muy alegre, aprendí muchas cosas con mis abuelitos, me iba con ellos a la selva, a veces por semanas, meses ...Y cuando digo selva me refiero a que nos íbamos fuera de la comunidad, porque Sarayaku ya está en la selva, pero nos íbamos a la Purina, que es un lugar más lejos. Íbamos dos días en canoa, durmiendo en las playas, para llegar a nuestro destino final, entonces yo aprendí muchas cosas con ellos. Mi abuelito ya falleció hace un mes, pero él era un sabio conocedor de las plantas, de los espíritus y de los guardianes de la selva. Un curandero, entonces crecí junto a él y junto a mi abuela.

Sarayaku en ese tiempo era un pueblo pequeño, todavía hasta ahora no hay carretera, carros, no hay línea telefónica, no hay electricidad; pero ahora ya tenemos paneles solares, algunas casas, nosotros lo tenemos hace como 2 años y tenemos internet satelital, no en todas las casas sino en lugares específicos.

En ese tiempo, cuando yo era pequeña, no había nada de eso, el contacto con la sociedad occidental o esta sociedad no indígena era muy limitada, y fue en ese tiempo cuando yo tenía más o menos como 8 años cuando llegaron las compañías petroleras y querían explorar y explotar petróleo, pero mi comunidad tomó una firme decisión y dijo “no”... más que todo las mujeres fueron las que tomaron esa decisión.

¿Qué tipo de educación recibiste?

He recibido diferentes tipos de educación y creo que el aprendizaje es de muchas formas, entonces creo que lo más valioso no lo aprendí en la escuela sino en la comunidad, con mis abuelitos, porque son conocimientos que uno no puede aprender en ningún otro lugar y que no existen en ningún otro lugar. Son cosas que no te enseñan en las escuelas, sino que vienen del conocimiento ancestral, conocimiento que se transmite a través de generaciones y generaciones, de haber vivido en la selva, de haber coexistido con los animales, los seres espirituales, las plantas y todos los elementos de la selva.

También fui a la escuelita de la comunidad en Sarayaku, fue poco tiempo. Por parte de mi padre, que es sueco, y es biólogo, aprendí muchas cosas y también fui al colegio y a la universidad en Suecia, no todo el colegio, los últimos cuatro años.

Nina Gualinga, líder amazónica que trabaja por la protección y conservación de la selva.

Helena

Háblanos un poco de ti...

Me llamo Sumak Helena Sirén Gualinga. Sumak significa bella, Helena es una abuela o tía de mi papá, Sirén Gualinga son mis dos apellidos, pero uso más el Gualinga. Hablo cuatro idiomas y medio: quichua y sueco, español, el inglés y un poquito de finlandés, porque estudié en Finlandia el colegio.

Yo diría que mi trabajo es abogacía, es mandar un mensaje, llegar a la gente, contar las historias de todo lo que pasa acá. Y utilizar la plataforma que yo tengo para denunciar las atrocidades que existen acá pero también compartir lo lindo, nuestra cultura y también dar una mirada, mostrar a la gente la realidad, intentar ser lo más simple y natural como somos acá.

¿Cómo es tu relación con la naturaleza?

En Sarayaku y en mi familia nos sentimos parte de la naturaleza. Nuestras casitas están en la selva, son hechas de material de la selva que nosotros mismos recogemos, son al aire libre, estás en la selva y tienes tu casita. El día a día, todo involucra la naturaleza, los ríos, ir a pescar, ir a la chacra, todo involucra la naturaleza; nunca está fuera de ti, siempre está ahí.

Helena Gualinga, líder reconocida dentro y fuera de Ecuador, al igual que su hermana, debido a su lucha por proteger el medio ambiente.

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