Nueva campaña visibiliza la cómo la pirotecnia dispara el estrés y el extravío de mascotas en Ecuador
Más de 7,5 toneladas de artefactos pirotécnicos fueron importadas al país en el primer semestre de 2025, incrementando la exposición al ruido en zonas residenciales.
El cierre del año trae celebraciones, pero también consecuencias poco visibles para miles de mascotas en Ecuador. El uso de pirotecnia durante las festividades de fin de año provoca episodios de miedo, estrés y desorientación en animales de compañía, una problemática que se intensifica cada 31 de diciembre. Según la Fundación Rescate Animal Ecuador (FRAE), a través de su proyecto “Alerta Me Perdí”, esa fecha concentra el mayor número de reportes de mascotas extraviadas del año, principalmente a causa del pánico generado por las explosiones.
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El fenómeno ocurre en un contexto de mayor circulación de artefactos pirotécnicos. Datos del Comercio Exterior de Bienes del Banco Central del Ecuador indican que, solo en el primer semestre de 2025, el país importó más de 7,5 toneladas de pirotecnia. Este incremento se traduce en una presencia más extendida de fuegos artificiales en zonas residenciales, elevando la exposición de las mascotas a ruidos intensos y repentinos, especialmente en sectores urbanos densamente poblados como Alborada, Sauces y Mapasingue, en Guayaquil.
Frente a este escenario, Casa Pica lanzó la campaña “Más Allá del Ruido”, una iniciativa que busca generar conciencia ciudadana y decir no al uso de pirotecnia. La propuesta pone el foco en el bienestar animal e invita a replantear prácticas normalizadas durante las celebraciones de fin de año, promoviendo una cultura más empática y responsable con los animales de compañía.
El impacto del ruido en las mascotas es profundo y está respaldado por la ciencia. Desde el punto de vista sensorial, perros y otros animales perciben los sonidos con mayor intensidad que los humanos. En el caso de los perros, su capacidad auditiva puede alcanzar hasta los 60.000 Hz, lo que hace que cada estallido se experimente hasta tres veces más fuerte. Esta sobreestimulación afecta directamente su sistema nervioso, provocando ansiedad prolongada y estados de alerta constante.
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Comprender cómo viven las mascotas estas fechas resulta clave para dimensionar el problema y fomentar cambios en las conductas colectivas. Iniciativas como “Más Allá del Ruido” buscan abrir el debate y recordar que celebrar también implica cuidar, especialmente en una época en la que el estruendo puede convertirse en una amenaza silenciosa para quienes no tienen voz.