Los verdaderos efectos de mezclar sexo y alcohol

Diana Romero
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A lo largo de los años, el consumo de alcohol ha estado ligado a la conducta sexual, pues generalmente colabora con la desinhibición. Existen estudios que demuestran que, tanto hombres como mujeres, consumen alcohol para adquirir la confianza necesaria para acercarse a interactuar con potenciales parejas sexuales. 
 
Sin embargo, sexo y alcohol no siempre hacen un buen dúo, puesto que es conocido que el alcohol puede retardar e incluso inhibir la respuesta sexual. De hecho, estudios demuestran que un alto porcentaje de hombres y mujeres alcohólicos padecen disfunciones sexuales.
 
 
Además, el alcohol -al igual que otras drogas- tiene propiedades amnésicas que hacen que su consumidor tienda a olvidar sus acciones o las consecuencias de éstas antes, durante o después de la actividad sexual. Esto contribuye, por ejemplo, al aumento de las posibilidades de practicar sexo sin protección.
 
El punto medio de esta relación parece ser la cantidad de alcohol que se consume. En pequeñas dosis, el alcohol podría favorecer el contacto social, aumentar el deseo sexual y la disponibilidad para relacionarse. En dosis moderadas o altas, los individuos se tornan vulnerables a avances sexuales no deseados o a problemas en su desempeño.