¿Iniciar en un nuevo deporte? Consejos para evitar el desgaste y una posible muerte súbita

Los especialistas advierten que si una persona opta por practicar un tipo de ejercicio o deporte sin someterse a una evaluación previa, las consecuencias pueden ir desde el desgaste de los cartílagos, hasta la muerte súbita. ¿Cómo debe evaluar su estado físico?
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Durante un feriado, María Auxiliadora, de 50 años, decidió que era tiempo de ponerse en forma y dejar su vida sedentaria. Se puso sus zapatos más cómodos, caminó y corrió por las lomas alrededor de su casa durante un par de horas.

Cuando terminó se sintió orgullosa de haber iniciado sus prácticas de ejercicio. Creía que las molestias en sus rodillas eran una prueba de que su cuerpo empezaba a mostrar un cambio positivo.

Pero lo que ocurrió es que desde ese día, el dolor fue empeorando, no pudo volver a “ejercitarse”, hasta que se realizó una operación de meniscos.

El uso de zapatos inadecuados y haber realizado su extenuante práctica por más de dos horas sin calentamiento ni verificación previa de su estado físico tuvo las consecuencias opuestas a las que buscaba.

Una persona que quiere iniciar una actividad física o si quiere continuar realizándola de manera segura aunque lleve muchos años practicándola, debe hacerse una evaluación integral para determinar si una persona se encuentra apta para realizarla sin ninguna limitación física. “Lo primero es la salud”, dice el médico deportólogo José Reinhart Herdoiza, director del Instituto de Medicina del Deporte en Quito.

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Advierte que si una persona opta por practicar un tipo de ejercicio o un deporte sin someterse a una evaluación previa, las consecuencias pueden ir desde el desgaste de los cartílagos hasta la muerte súbita.

Muchos adultos consideran que si tienen varios años o décadas realizando un tipo de ejercicio no tendrán problemas de salud si los siguen realizando de la misma forma.

El especialista advierte que el cuerpo va sufriendo el desgaste propio de la edad y, a veces, los efectos del paso de los años se manifiestan bruscamente, pero el daño ha venido produciéndose desde hace mucho tiempo sin ser detectado. Pone como ejemplo las personas que corren grandes distancias diariamente por décadas y en un momento dado, al consultar por un dolor en una de las piernas se enteran de que tienen un desgaste en los cartílagos y requieren un reemplazo de cadera.

También menciona que es necesaria una valoración de la pisada, que si no es la correcta, puede lesionar la rodilla.

“Un tema fundamental es la valoración de la pisada, en caso de que se encuentre alguna anormalidad se corrige mediante el uso de plantillas”, detalla el Dr. José Reinhart, médico especializado en medicina del deporte. Foto: Vistazo

A veces una leve diferencia en la longitud de las piernas puede generar graves problemas y es una condición que puede solucionarse con el uso de simples aditamentos ortopédicos como plantillas o taloneras de la medida requerida para obtener el balance adecuado.

“El mejor momento de corregir los temas de pisada es en la infancia, aunque en esa etapa no se producen síntomas de molestias, el desgaste que se produce en los cartílagos en los primeros años se regenera rápidamente, pero a partir de los 35 años, cuando empieza el proceso de envejecimiento, la capacidad de regeneración va disminuyendo”, señala el médico deportólogo.

IMPORTANCIA DE LA EVALUACIÓN

Es indiscutible que para mejorar la calidad de vida hay que mejorar la capacidad aeróbica, es decir, la capacidad de oxigenación que tiene el cuerpo y el ejercicio es fundamental para desarrollarla. Pero si el cuerpo va a ser exigido en condiciones en las que no es exigido cuando está en reposo, es imprescindible saber si podrá soportar este exceso de demanda poner en riesgo la salud.

Hace una analogía en la que compara el cuerpo con un automóvil. “Un carro funciona muy bien al inicio. Pero si quiero manejarlo para participar en una carrera, debo llevarlo a revisión para saber si los frenos están bien, si el motor está recalentado y para realizar reparaciones”.

Detalles como el uso de calzado adecuado son de gran importancia a la hora de practicar ejercicio para evitar lesiones", explica el Dr. Reinhart. Foto: Pixabay

DESGASTE DE ARTICULACIONES

El desgaste de las articulaciones de la rodilla pueden llevar a una lesión del cartílago que hace que la movilidad sea muy dolorosa y puede tener su origen en una mala alineación de la pisada.

La cadera es la siguiente articulación que puede verse afectada por el desgaste de los cartílagos y puede requerir el reemplazo de cadera. En esta intervención se retira el cartílago y el hueso de la articulación de la cadera que están lesionados con piezas artificiales.

La vida media de estas prótesis es de 15 años aproximadamente. Lo que significa que, si una persona a los 50 años, por ejemplo, requiere el reemplazo de esa articulación significa que cuando tenga alrededor de 65 probablemente deba someterse a una intervención similar nuevamente, según explica el médico deportólogo José Reinhart.

Agrega que si se realiza el reemplazo de cadera sin determinar qué causó la artrosis y sin tomar las medidas correctivas necesarias, el implante tendrá una vida útil más corta porque el desgaste afectará también a la prótesis.

FUNCIONAMIENTO ADECUADO

La Evaluación de Idoneidad para la Práctica Deportiva indicará si la persona debe o no realizar el tipo de ejercicio que tiene en mente sin riesgo de lesión, enfermedad o muerte. El médico debe analizar si va a verse afectado algún órgano o sistema del organismo con esa actividad específica.

Esta prueba incluye un examen médico clínico y pruebas especiales para determinar la función cardíaca, en primer lugar, registrando la presión arterial, verificando que no hayan soplos, arritmias, ni ningún tipo de alteraciones en el corazón.

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La Asociación Americana del Corazón sostiene que la actividad física es un componente clave para el tratamiento de la hipertensión arterial y la dislipidemia (colesterol elevado), dos factores que aumentan el riesgo cardiaco. Sin embargo, el primer paso antes de que esta rutina se implemente debe ser un chequeo del estado del corazón. En otro aspecto, es necesario saber cómo está el paso del oxígeno hacia los pulmones y desde los alvéolos pulmonares hacia la sangre se mantiene de forma adecuada.

También es necesario verificar que la tiroides tenga las dimensiones adecuadas y que esté funcionando bien. Además se evalúa el sistema digestivo, prestando atención al colon, para analizar cómo está el balance entre las bacterias “buenas” y “malas” en el organismo para que haya una adecuada absorción de los alimentos.

Hay que comprobar que las caderas, la columna, los hombros, brazos, piernas, rodillas y los pies estén en buenas condiciones.

Finalmente hay que realizar exámenes de laboratorio para conocer los valores de hemoglobina y hematocrito para descartar o verificar anemia, de glucosa (diabetes), colesterol para detectar dislipidemia, enzimas hepáticas para saber si el hígado está funcionando bien y examen de orina para conocer cómo están los riñones.

De acuerdo a los resultados, el médico deportólogo deberá determinar cuál es el tipo e intensidad de práctica del ejercicio. Foto: Pixabay

De acuerdo a los resultados, el médico deportólogo deberá determinar cuál es el tipo e intensidad de práctica de ejercicio o deportiva que una persona debe realizar.

INFARTOS Y MUERTE SÚBITA

Como parte de la evaluación cardíaca es necesario realizar un electrocardiograma de reposo y un electrocardiograma de esfuerzo.

En el segundo, mientras la persona se ejercita en una caminadora o bicicleta, a través de electrodos se colocan electrodos para determinar cuándo ese corazón supera determinada frecuencia cardíaca por el esfuerzo y muestra signos de falta de oxígeno o isquemia cardíaca.

Por eso, es necesario que todas las personas pero especialmente quienes tienen sobrepeso, hipertensión, diabetes y otros factores de riesgo que pueden llevar a la obstrucción vascular, se realicen una evaluación cardíaca exhaustiva antes de empezar a ejercitarse para saber hasta cuánto le pueden exigir a su corazón sin riesgo de un infarto.

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NUTRICIÓN ADECUADA

Un punto de gran relevancia en el mantenimiento del estado físico adecuado es tener un nivel de masa muscular adecuada. El debilitamiento de los músculos es una parte natural del paso de los años, pero para algunas personas con una condición llamada sarcopenia, este declive es más rápido y significativo.

Un nuevo estudio del Instituto Karolinska de Suecia sugiere que las intervenciones adecuadas en etapas tempranas pueden ser muy efectivas para evitar la disminución de masa muscular.

Los ejercicios de resistencia muscular empleando el propio peso como sentadillas, flexiones de pecho y subir y bajar gradas, por ejemplo, son recomendados por los expertos para mantener la masa muscular. El otro factor clave es el nutricional.

El consumo suficiente de proteínas es indispensable para mantener un buen nivel de masa muscular.

“Las proteínas integrales, que tienen todos los aminoácidos esenciales, ayudan a regenerar los tejidos. Podría decirse que el secreto de la vida larga y sana desde el punto de vista nutricional está en las proteínas y en las grasas buenas, ricas en omega 3, que junto con la oxigenación que provee la práctica de ejercicio evitan la aparición de enfermedades degenerativas”, concluye el doctor Reinhart.