Estos son los errores más comunes al utilizar las mascarillas

Diana Romero
Estos son los errores más comunes al utilizar las mascarillas

Durante la pandemia el uso de mascarillas se extendió a prácticamente todos los países del mundo.
 
Al tratarse de una situación imprevista, se produjo una escasez generalizada ante la enorme demanda. Esto dio lugar a que particulares, empresas o el Estado, lleven adelante la confección de mascarillas higiénicas alternativas a las quirúrgicas o de protección médica. 
 
Las máscaras o respiradores N95 se popularizaron rápidamente. Son un tipos de mascarilla filtradora de partículas que cumple con el estándar N95 del Instituto Nacional para la Seguridad y Salud Ocupacional de Estados Unidos (NIOSH). La "N" se debe a que no filtra aceites, mientras que el "95" corresponde a que filtra hasta el 95% de las partículas aéreas. Se usan en entornos en que se hallan partículas nocivas y mutagénicas.
 
Las mascarillas de tela se vendieron tras la escasez que se generó a comienzos de la pandemia. Se fabrican con textiles comunes, normalmente algodón, y hasta pueden ser personalizadas.
 
A diferencia de las quirúrgicas, no están sujetas a regulación, aunque muchas investigaciones recientes resaltaron su importancia para prevenir el incremento de los contagios por coronavirus.
 
En tanto, las máscaras antivirales y bactericidas cobraron relevancia en los últimos meses, desarrolladas a partir de modificar sus materiales de elaboración.
 
Es decir, las telas que se usan para fabricarlas son tratadas con antivirales, bactericidas y fungicidas con el objetivo de eliminar patógenos, como el coronavirus. Un caso reciente es el de Atom Protect, producida por investigadores argentinos. 
 
La  falta de mascarillas llevó a que muchos utilicen opciones que encuentran en casa, como bufandas o buffs. Sin embargo, este no solo es inefectivo, sino peor que no usar máscara alguna, ya que la tela porosa rompe las partículas en otras más pequeñas, que tienen más probabilidades de permanecer en el aire por más tiempo.
 
Entre los errores más comunes al usar mascarillas están: 
 
1. Nariz fuera
 
Esta es una de las imágenes más vistas. Quienes usan la mascarillas de están forma alegan que les permite respirar con mayor comodidad.
 
Sin embargo, el uso de la mascarilla sobre la nariz asegura que las gotitas respiratorias o la mucosidad nasal no sean expulsadas, a la vez que proporciona cierta protección contra las gotitas infecciosas de otras personas.
 
2. Máscara alrededor de la barbilla o barbilla expuesta
 
Las cubiertas faciales están diseñadas para usarse sobre la nariz y la boca, esto permite detener la propagación de gotitas respiratorias o de exponerse a ellas.
 
Pero este método es efectivo si todos usan mascarillas de forma correcta. Colocarlas en torno a la barbilla dejando al descubierto la nariz y la boca, no sirve en lo absoluto.
 
3. Daño, desgaste y suciedad
 
Cualquier rasgadura en la máscara la volverá ineficaz, ya que no permitirá cubrir correctamente. Esto también se aplica a las tiras o elásticos desgastados que no permiten que la mascarilla se ajuste a la cara.
 
Las máscaras desechables deben tirarse tras su uso, mientras que las reutilizables deberán lavarse para eliminar cualquier patógeno que pudiera albergarse en ellas.
 
No solo la higiene de la mascarilla es importante, los expertos resaltan la necesidad de no descuidar la de nuestras manos, ya que con ellas manipulamos nuestra mascarilla.
 
Tampoco debemos quitarnos la máscara para hablar, llevarlas muy holgadas o ceñidas, o almacenarla de forma incorrecta cuando no la estamos utilizando.