El cáncer de ovario es la décima causa de fallecimiento por cáncer en Ecuador

Redacción
Una de cada dos mujeres pierda la batalla contra el cáncer de ovario porque no se lo puede detectar en sus inicios.

El 8 de mayo se estableció como una fecha para generar conciencia sobre la importancia de prevenir el cáncer de ovario. A nivel mundial es la séptima causa de fallecimiento por tipos de cáncer, mientras que en Ecuador es la décima causa.

Durante el 2020, en Ecuador se reportaron 547 nuevos casos de cáncer de ovario, en el mismo período cerca de 251 mujeres perdieron la vida por esta condición, según datos del INEC.

Cálculos de la Sociedad Americana Contra El Cáncer, estiman que para el 2022, más de 19.880 mujeres recibirán un nuevo diagnóstico de cáncer de ovario en Estados Unidos y más de 12.810 mujeres perderán la vida por esta enfermedad.

Entre los factores de riesgo de contraer esta enfermedad se encuentran los antecedentes familiares de cáncer, el inicio de la menstruación temprana o la menopausia tardía, la edad (entre los 55 a 65 años) y el no haber tenido nunca un embarazo.

Las mujeres con cáncer de ovario frecuentemente no presentan síntomas específicos de la enfermedad, estos pueden ser inespecíficos como hinchazón o inflamación abdominal, acumulación de líquido en el abdomen, dolor o presión en la mitad inferior del cuerpo, (como la pelvis, espalda, abdomen o piernas), indigestión, náuseas, diarrea, sensación de llenura, fatiga y cambios menstruales, pérdida de apetito o pérdida de peso, entre otros.

Estos síntomas se pueden llegar a confundir con patologías menos graves, lo que permite que la enfermedad avance, ocasionando que casi el 80% de pacientes se diagnostiquen en estadios avanzados (III y IV), aumentando así los índices de mortalidad.

Es probable que una mujer experimente síntomas, cuando el cáncer de ovario ya ha hecho metástasis; es decir, se ha diseminado a otras partes del cuerpo .

“Aún existe alrededor del cáncer de ovario un desconocimiento generalizado y un estigma frente a sobre sus implicaciones en la vida de las mujeres. Es importante impulsar diferentes iniciativas de formación en atención primaria y ginecología. No obstante, existe una gran oportunidad frente al reconocimiento de síntomas que permita sospechar la existencia de la enfermedad”, indica Irina Zamora, líder del área médica para la unidad de oncología de AstraZeneca para el clúster andino

Según una encuesta mundial de la OMS, el 90% de los países han sufrido interrupciones de sus servicios de salud esenciales desde el inicio de la pandemia. En el caso del cáncer, se estima que el 55% de los diagnósticos y tratamientos se han visto afectados. Esto aumenta el índice de detección de casos de cáncer en estadios avanzados.

Asimismo, Andrea Encalada, directora ejecutiva de CEPREME, manifiesta que el principal motivo para que 1 de cada 2 mujeres pierda la batalla contra el cáncer de ovario es que no se lo puede detectar en sus inicios, provocando que avance sin que la huésped lo note.

Actualmente, no existen causas identificadas para el cáncer de ovario, sin embargo, las alteraciones genéticas aumentan el riesgo de desarrollar esta enfermedad. Los cambios genéticos que ocurren en el cáncer de ovario incluyen mutaciones de ciertos genes, a medida que los cambios se acumulan, las células se vuelven más anormales y así el cáncer se desarrolla más rápidamente.

En el caso del cáncer de ovario, los genes BRCA1 y BRCA2 son genes importantes involucrados en la reparación de daños del ADN. Mutaciones de estos genes son responsables de 90% de los casos de cáncer de ovario hereditarios, así como del 84% de los casos de cáncer de mama hereditarios.

“Estos genes también aumentan el riesgo de desarrollar otros tipos de cáncer, como el de mama, próstata, páncreas y melanoma; por lo que es fundamental que, si existen sospechas de tener mutaciones en esto genes en alguien de la familia se solicite un examen especializado para confirmar y recurrir al asesoramiento genético”, señala Zamora.