¿Cuán peligroso es automedicarse con ivermectina?

Diana Romero
¿Cuán peligroso es automedicarse con ivermectina?

Aunque la OMS no recomienda su uso, países como Perú, Guatemala, Honduras y Bolivia incluyen la ivermectina en su guía clínica para combatir el COVID-19.
 
Este fármaco, de uso aprobado sobre todo para desparasitar animales, puede ser un riesgo para quienes deciden tomarlo sin supervisión médica.
 
Algunos experimentos in vitro muestran su capacidad para inhibir la replicación de virus como los del VIH, dengue, la influenza o la fiebre amarilla.
 
Lo cual, sumado a su disponibilidad y precio accesible, le han dado un nuevo protagonismo durante la pandemia por COVID-19.
 
Es así como la ivermectina consiguió su nueva fama global el 3 de abril de 2020, cuando un grupo de investigadores del Peter Doherty Institute for Infection and Immunity de la Universidad Monash, en Australia, publicaron un artículo en el que concluían que, tras aplicar ivermectina en células infectadas en un laboratorio con SARS-CoV-2, el fármaco lograba inhibir su replicación en menos de cuarenta y ocho horas.
 
Lo que la FDA aprobó fue el uso de ivermectina como antiparasitario, y lo hizo en los noventa. Desde entonces, se receta en forma oral para personas con gusanos parásitos o también en forma tópica para algunos parásitos externos como los piojos o para afecciones de la piel como la rosácea y la sarna, publica Salud con Lupa. 
 
A la fecha no hay ningún estudio clínico aleatorizado, es decir, con pacientes elegidos al azar, que pruebe la reducción de la carga viral en pacientes con COVID-19. Los pocos estudios observacionales que se han llevado a cabo no han sido revisados por pares, e incluso uno de ellos fue retractado después de serias críticas a la calidad de sus resultados.
 
Por lo tanto, hasta ahora no existe ninguna autorización para que se utilice ivermectina en humanos como tratamiento o prevención para COVID-19. La misma Organización Mundial de la Salud y varios ministerios de la región desaconsejan su uso.
 
Antes de sugerir su uso son necesarios los estudios clínicos que prueben su seguridad y sirvan para definir la dosis efectiva contra este nuevo virus.
 
Esos estudios ya están en curso. Según los datos de la plataforma ClinicalTrials, donde se registran todos los estudios clínicos que se están llevando a cabo actualmente, hay 32 ensayos en desarrollo para probar la efectividad de la ivermectina en pacientes con COVID-19; hasta el 17 de julio, ninguno tenía resultados publicados.
 
Mientras tanto, los especialistas coinciden en que el uso automedicado de la ivermectina (y especialmente en su presentación veterinaria) puede tener riesgos importantes como daños graves en la piel, falsa sensación de seguridad, cambios no predecibles en el sistema inmune y oportunidad de negocio para el mercado negro.