Un centro de apoyo para la ansiedad y depresión en Ecuador ofrece consultas gratuitas

Miguel Alvarado
El encierro, a causa de la pandemia, ocasionó que las personas sientan mayor vulneración emocional. Asimismo, a los pacientes de depresión o ansiedad se les agudizó su situación.

En Guayaquil funciona la Clínica de Ansiedad, un grupo de apoyo de psicólogos y psiquiatras quienes ofrecen consultas a pacientes con problemas o dificultades en su salud mental, como ansiedad o depresión. Manejan terapias gratuitas, además de disponer de líneas de apoyo y consultas especializadas.

Pasaron ocho horas y Fernanda no podía dormir. Desde su cama vio pasar la noche y el amanecer, sin poder conciliar el sueño. Lloraba, pensaba y se angustiaba. Fernanda sufría de ansiedad hace varios años. Aunque tuvo un tratamiento médico donde le dieron el alta, la preocupación del cuidado de sus padres durante el confinamiento le reavivió todos los síntomas. Cuando la ciudad entera estaba encerrada, las plataformas digitales se convirtieron en una nueva normalidad, donde Fernanda encontró ayuda.

En redes sociales halló la cuenta de la Clínica de Ansiedad, un centro de apoyo para personas con depresión o cuadros ansiosos, cuyo tratamiento era online. La idea nació de Carlos Matamoros, un paciente que sufrió de ansiedad y que en búsqueda de soluciones encontró que en Europa se manejaban este tipo de soluciones.

Un problema fue que se trató a la salud mental desde el enfoque psiquiátrico y no psicológico”, explica. Por tal motivo, les han llegado casos de pacientes que fueron recetados con medicamentos, pero su situación no ha cambiado.

El Ministerio de Salud Pública del Ecuador define a la salud mental como un estado de bienestar de un individuo. La persona puede afrontar las dificultades normales de su vida, trabajar de forma productiva, es consciente de sus capacidades y es capaz de hacer una contribución a su comunidad. De hecho, Ecuador formó parte de la ola de países sudamericanos que reconocieron a la salud mental dentro de la salud pública a finales de la década de 1990. Según cifras hasta octubre de 2020, el MSP contaba con 105 unidades de salud mental hospitalaria.

Daniel Quinde es uno de los psicólogos de la Clínica de Ansiedad. Cuenta que empezaron a recibir pacientes desde la última semana de febrero, pero que su esencia se centraba en tratamientos vía telemática. Con la pandemia, su demanda aumentó “porque la gente estaba en una urgencia de atención”. Quinde recuerda que durante el confinamiento las personas confundían síntomas con COVID-19, pero se trataba de ansiedad. “Los que buscaban ayudas médicas generales identificaron que eran situaciones físicas y no mentales. En desesperación, la necesidad creció y de forma voluntaria”, reconoce Quinde.

Lea también: Estrés postraumático, ansiedad y depresión: más secuelas del coronavirus

Daniel cuenta que el proceso inicia con el diagnóstico, para identificar la causa de los problemas de los pacientes. La pandemia fue un detonante para muchos porque generó miedos en ellos. Luego se determina, mediante un análisis profesional, el mecanismo para tratarlos sin fármacos. Por ejemplo, ejercicios de relajación, una mejora de su alimentación o hidratación.

Aun así, la situación impulsó a que la Clínica de Ansiedad ofrezca ayudas en diversos canales. Por ejemplo, en su cuenta de Instagram transmitían en vivos para profundizar en temas concretos, o realizaban rondas de preguntas y respuestas. Asimismo, publicaban datos o consejos para primeros auxilios psicológicos y habilitaron una línea de soporte. “Buscamos no dejar a nadie de lado”, señala Matamoros.

El caso de Katrina (nombre protegido) también los marcó. Ella es una paciente europea que ya había recibido tratamientos farmacológicos (medicada) por ansiedad y depresión. “Los problemas ansiosos no eran por la medicina, la cual era excesiva, sino por problemas familiares que debía abordar”, describe Quinde. En un trabajo en conjunto, entre psiquiatras y psicólogos, lograron ajustar la medicina para alcanzar una desintoxicación interna. Luego de ocho terapias, obtuvo el alta y ya no tiene que tomar medicamentos.

Los grupos de apoyo de personas con ansiedad permiten que los pacientes noten que no son los únicos que sufren de problemas. Además, da la apertura para compartir experiencias o soluciones.

Fernanda Ortiz fue otra de las beneficiarias del grupo de apoyo. Sufrió su primer ataque de pánico a los 19 años y tuvo un tratamiento médico con la psiquiatra. En plena pandemia, la preocupación de no poder cuidar a su padre, quien vivía aparte, hizo que vuelvan los ataques. “Es horrible, sientes que te falta la respiración, que te desvaneces, te da taquicardia, vómitos, hasta crees que te vas a desmayar”, describe. Ortiz indica que la Clínica de Ansiedad ha sido un conjunto de soluciones porque encuentra varios especialistas que la ayudan en sus problemas.

Lea también: Agotamiento excesivo y depresión en médicos ecuatorianos que tratan covid-19

Matamoros es gerente comercial de la Clínica de Ansiedad. Él pasó por cuadros similares que lo llevaron a impulsar esta idea. Si bien la salud mental en Ecuador es gratuita, es difícil de acceder, señala. Y en el caso de los centros particulares, su costo es muy elevado. Por eso, ofrece los grupos de apoyo, que son sesiones virtuales o reuniones presenciales gratuitas donde las personas que padecen de ansiedad o depresión comparten sus experiencias. “Son ideales porque el paciente no se siente solo”, dice. En caso de que la persona desee consultas o tratamientos más intensivos, su tarifa es menor a las del mercado.

Para acordar una atención, Matamoros cuenta que los interesandos pueden escribir a info@ansiedadecuador.com o llamar a los teléfonos 0985813091 / (04) 2316744 / (04) 2315073.