Se descubre la primera señal de ondas gravitacionales

Diana Romero
Albert Einstein predijo su existencia. Foto: Internet

Un descubrimiento que abre perspectivas extraordinarias, una noticia fantástica. Así se han expresado los científicos tras conocer que el Observatorio de Interferometría Láser de Ondas Gravitacionales (LIGO) detectó por primera vez ondas gravitacionales, un descubrimiento excepcional que tiene sabor a Premio Nobel.
 
Uno de los primeros en reaccionar al anuncio fue el físico británico Stephen Hawking, para quien el descubrimiento abre la puerta a "una nueva forma de mirar del Universo".
 
La capacidad de detectar estas ondas, cuya existencia formuló Albert Einstein -una de las mentes privilegiadas del pasado siglo junto a Hawking-, "tiene el potencial de revolucionar la astronomía", dijo a la BBC el físico teórico, de 74 años.
 
"Además de probar la Teoría de la Relatividad General, podemos esperar ver agujeros negros a lo largo de la historia del Universo. Podríamos incluso ver los vestigios del Universo primordial, durante el Big Bang", gracias a las ondas gravitacionales, subrayó.
 
Desde la comunidad científica se destacaba que ahora "se comienza a ver el universo con otros ojos" ya que se confirma, en primer lugar, la existencia de las ondas y, además, la existencia de los agujeros negros, como señalaba la investigadora del italiano Instituto Nacional de Física Nuclear italiano (INFN), Pia Astone.
 
Se trata, según Danzmann, de uno de los descubrimientos científicos más importantes en los últimos años, comparable a la determinación de la estructura del ADN.
 
Diario El País explica que las ondas gravitacionales son vibraciones en el espacio-tiempo, el material del que está hecho el universo. En 1916, Albert Einstein reconoció que, según su Teoría General de la Relatividad, los cuerpos más violentos del cosmos liberan parte de su masa en forma de energía a través de estas ondas. El físico alemán pensó que no sería posible detectarlas debido a que se originan demasiado lejos y serían imperceptibles al llegar a la Tierra, pero hoy, un grupo de investigadores ha hecho pública su detección por primera vez. 
 
"Son comparables a las ondas que se mueven en la superficie de un estanque o el sonido en el aire", añade la publicación. Son importantes, afirma el periodista Nuño Dominguez, porque permiten saber qué está pasando allí donde no veíamos nada, por ejemplo, en un agujero negro.