Descubren un monstruoso planeta 40 veces más masivo que la tierra

Representación artística del exoplaneta NGTS-4b, uno de los pocos mundos conocidos del tamaño de Neptuno que orbitan muy cerca de sus estrellas. El extraño planeta recién descubierto TOI-849b también reside en este
Gabriela Pinasco

Un equipo de astrónomos de la Universidad de Warwick en Gran Bretaña descubrió un “monstruoso” planeta, 40 veces más masivo que la tierra, con una superficie 150 veces más grande que la nuestra. Se trata del mayor planeta rocoso hallado por el hombre y se lo ha denominado TOI-849b.

Ubicado a unos 225 años luz de distancia de nuestro planeta, más de 120 investigadores comandados por David Armstrong, creen que se trata del núcleo sólido de un antiguo y poderoso gigante gaseoso, que hoy está desprovisto del grueso mando de gas que una vez lo rodeó.

Los científicos consideran que el aspecto de TOI-849b debió ser similar al de Júpiter, Saturno, Urano o Neptuno.

"El interior de los planetas gigantes sigue siendo poco conocido incluso para los mundos del Sistema Solar, ya que las dificultades en la observación conducen a grandes incertidumbres en las propiedades de esos núcleos planetarios. Por eso, los planetas que han experimentado vías evolutivas extrañas pueden proporcionarnos una nueva ruta para comprender esos interiores planetarios", indicaron los investigadores del hallazgo publicado en la revista de noticias científicas arXiv.

El planeta ligeramente más pequeño que Neptuno fue detectado por el telescopio especial TESS de la NASA, cuando observaban estrellas distantes en búsqueda de las tenues caídas periódicas de su brillo, cuando entonces el planeta se pasó por delante de ellas.

Según Armstrong, nunca antes habían visto un planeta de esa densidad: “En efecto, se esperaría que un mundo rocoso tan enorme se hubiera construido una gruesa y densa atmósfera a su alrededor, convirtiéndose en un gigante gaseoso similar a Júpiter. Y no sabemos por qué no fue así".

Una de las teorías que manejan es que el planeta se pudo haber quedado sin gas a medida que iba formando, por lo que logró construir un núcleo pero no una atmósfera.

De acuerdo con Armstrong, "es muy, muy difícil estudiar los núcleos de los planetas. Incluso en el Sistema Solar, no sabemos mucho sobre el núcleo de Júpiter, Saturno, Neptuno o Urano, porque está toda esa atmósfera en medio".

Con la información previamente levantada, se cree que TOI-849b podría contar con una atmósfera muy delgada, formada cuando el calor de la estrella vaporiza las rocas y el polvo de su superficie.