Fuerte presencia mundial del banano ecuatoriano

Diana Romero
Fuerte presencia mundial del banano ecuatoriano

Tres de cada diez bananos que se exportan en el mundo provienen de Ecuador, que en 2018 confirmó su categoría de líder en la comercialización de la fruta con presencia en diversos mercados. En total, nuestro país exportó 344,8 millones de cajas de banano el año pasado, lo cual representó un incremento del 6 por ciento en comparación con el 2017. 
 
“Este resultado se debe en buena parte al desempeño de nuestras exportaciones en la Unión Europea”, asegura Eduardo Ledesma, director ejecutivo de la Asociación de Exportadores de Banano del Ecuador (AEBE). Al mercado comunitario europeo se envió más de 112 millones de cajas de la fruta ecuatoriana.
 
A ello se sumó, la recuperación del mercado estadounidense, donde se vendió un 12 por ciento más, y el crecimiento de las exportaciones a Medio Oriente (14 por ciento), China (60 por ciento) y sobre todo África (180 por ciento).
 
La tendencia positiva en estos mercados lograron compensar y superar la caída de exportaciones de otros compradores como Rusia, Cono Sur, Oceanía y el bloque EFTA (Suiza, Noruega, Islandia y Liechtenstein), explica Ledesma.
 
Pero este fortalecimiento del banano ecuatoriano por todo el mundo se debe principalmente por la visión de las empresas del sector. Una de ellas es Exportadora del Sur, que desde su creación en 2014 trabaja en la diversificación de mercados para colocar más fruta en nuevos destinos.
 
En la actualidad, la compañía exporta a Europa, Rusia, China y en un menor porcentaje a Estados Unidos. A todos estos mercados envía banano de producción convencional de alta calidad, manifiesta Gino Pinargote, gerente de Exportadora del Sur.
 
“La principal característica de calidad está dada por los requerimientos y exigencia de nuestros clientes, pero el productor ecuatoriano tiene un conocimiento amplio del negocio, y no hemos tenido mayor inconveniente de ofrecer una fruta de primera, en cuanto a sabor y limpieza”, destaca Pinargote.
 
 
El empresario afirma que el 2018 fue un año difícil por el incremento de costos, sobre todo en los primeros meses (la temporada de alta demanda), debido a factores climáticos que generaron una caída de producción en Centroamérica, lo cual concentró los pedidos de fruta en Ecuador.
 
“Eso provocó el incremento de precio de la caja de la fruta, pero implementamos acciones para seguir y cumplir con nuestros clientes”, recuerda.
 
Para el presente año, Exportadora del Sur tiene previsto un crecimiento de entre el 25 y 30 por ciento en el volumen de venta. “También aspiramos a llegar a nuevos mercados”, indica Pinargote.
 
Destinos lejanos
 
Diferenciarse de los demás es la clave de Tuchok, exportadora de banano constituida en 2007, que encontró en los destinos lejanos una ventaja competitiva para posicionarse en el negocio.
 
Al inicio de su operación, la empresa realizaba ventas de volúmenes pequeños, y fue hasta el 2012 cuando da el gran salto tras incursionar al mercado de China, que en ese entonces demandaba fruta debido a que tifones habían afectado la producción de Filipinas, su principal proveedor.
 
"Cuando surgió la oportunidad de vender a China rompimos esquemas, porque el tránsito de banano a ese mercado tomaba 49 y 50 días, que era impensable en ese tiempo, pero gracias a la calidad de la fruta el producto llegaba bien", resalta Ricardo Umpiérrez, presidente de la compañía.
 
Así, Tuchok posicionó sus marcas en este mercado asiático, que en 2018 representó el 48 por ciento de sus ventas. Pero la empresa abrió sus horizontes comerciales y también exporta banano a Medio Oriente, Rusia, Azerbaiyán, Nueva Zelanda, Turquía y hasta en Estados Unidos.
 
“Hemos buscado una diferenciación llegando a mercados distantes con banano de calidad. La clave del negocio es la consistencia, pues al cliente no le sirve que esta semana te llegue bien la fruta y la siguiente semana, mal”, indica Umpiérrez.
Por ello, la compañía trabaja con productores bananeros cuyas fincas cuentan con certificaciones GlobalGAP, que cumplen con normas de calidad, de infraestructura, responsabilidad social y las leyes locales. Las haciendas de sus proveedores suman alrededor de 2.500 hectáreas.