El atún, entre la sostenibilidad y el consumo en un contexto de COVID-19

Carolina Farfán
La operación ha bajado en un 30 por ciento, afectando principalmente las exportaciones.

Entre las acciones por su captura sostenible y un creciente consumo debido a sus propiedades nutricionales, se celebra hoy el Día Mundial del Atún, una de las especies marinas que genera una gran industria en varias partes del planeta, incluido el Ecuador.
 
Según cifras de la Comisión Interamericana del Atún Tropical (CIAT), entre enero y febrero del presente año, se capturaron 120.463 toneladas de este recurso en el Océano Pacífico Oriental, la zona de pesca de la flota ecuatoriana. Este volumen representa un incremento del 26 por ciento en comparación con el mismo periodo de 2019.
 
Sin embargo, el procesamiento ha bajado en el país como consecuencia del impacto del coronavirus COVID-19. Mónica Maldonado, directora ejecutiva de la Cámara Ecuatoriana de Industriales y Procesadores Atuneros (CEIPA), explicó que las plantas nacionales tienen una capacidad de producción de 500.000 toneladas, pero en la actualidad, la operación ha bajado en un 30 por ciento, afectando principalmente las exportaciones.
 
Desde el lado del consumo, la situación es diferente. Debido a su alto valor nutricional y su delicioso sabor, la demanda de los procesados de atún ha aumentado.
 
“Durante el confinamiento, las familias han comprado más atún, lo que demuestra que como producto de la canasta familiar aporta como alimento saludable, durable, práctico y de fácil almacenamiento”, afirmó Melissa Aguirre, gerente de Asuntos Corporativos NIRSA.
 
Según estudios científicos, el atún aporta con ácidos grasos Omega 3 (en especial EPA y DHA) beneficiosos para la salud cardiovascular; proteína magra que regula el organismo; niacina y colesterol HDL que previene acumulación del colesterol malo en las arterias; vitaminas A y D; minerales como fósforo, magnesio y yodo; sube el ánimo; es bueno para la memoria y protege la piel
 
El producto también está creando nuevos negocios con oportunidades laborables gracias a las ventas en línea y de nuevas asociaciones para llegar a los tenderos del país.
 
Para NIRSA, el valor del atún va más allá de ofrecer un producto de calidad que genere empleo, divisas para el Ecuador y el mundo; es conservar la especie para generar plazas de trabajo y contribuir con el desarrollo de la sociedad.
 
En su esfuerzo por conservar el recurso, la empresa está activamente involucrada en trabajar para garantizar la especie, siendo miembro del ISSF International Seafood Sustainability Foundation, una asociación global entre científicos, la industria atunera y la reconocida Organización Global de Conservación WWF (World Wildflife Fund), cuya misión es adoptar y tomar a cargo iniciativas basadas en la ciencia, para la conservación a largo plazo y el uso sustentable de poblaciones de atún.