Ecuador impulsa prácticas sostenibles de pesca
2020/11/0904:55H.
A nivel global la demanda de pescado es cada vez mayor. El informe del estado mundial de la pesca y acuacultura 2020 (SOFIA por sus siglas en inglés), muestra que su consumo crece anualmente a una tasa del 3,1 por ciento, versus al crecimiento de la población (1,6 por ciento), solo en el 2018 la producción pesquera global fue de 179 millones de toneladas, de estas 156 se destinaron a la alimentación humana.
La organización prevé que para el 2030 la producción mundial aumentará en un 15 por ciento, por lo que hace hincapié en la necesidad de mantener una práctica sostenible de los recursos del mar.
Ecuador se ha caracterizado por impulsar prácticas responsables, en luchar contra la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada, así como en implementar en sus procesos modelos de manejo que reduzcan los impactos medio ambientales, dejen más peces en el mar y velen por la protección de animales marinos, entre ellos el atún.
Por ello, la Cámara Nacional de Pesquería destaca las acciones que realiza el país para lograr una actividad sustentable y que respete las normativas, tanto nacionales como las internacionales.
Una de estas acciones es el proyecto de mejoramiento pesquero (FIP), que busca lograr la certificación MSC (Marine Stewardship Council) de la pesquería de atunes con red de cerco en el Pacífico Oriental en lances sobre brisas y plantados. La MSC es la certificación de sostenibilidad con mayor reputación en el mercado pesquero mundial.
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El sector pesquero ecuatoriano está también cooperando con la ciencia para fortalecer las evaluaciones de las poblaciones de atunes, a través del personal científico de las organizaciones regionales de ordenación pesquera (OROP), como la CIAT y SPRFMO. Así también está desarrollando un plan de manejo para la pesquería de plantados en Ecuador.
Los plantados son dispositivos agregadores de peces, que constituye un método de pesca de atunes altamente efectivos para la captura de la especie. A través de un adecuado manejo, se busca reducir sus impactos en los ecosistemas marinos, como la elaboración de plantados biodegradables y no enmallantes, que protejan a especies vulnerables como tiburones, tortugas, mantarrayas y mamíferos marinos.
Otras acciones, resalta la Cámara Nacional de Pesquería, son la ejecución de actividades que se establecen en el plan de Acción Nacional para la pesquería industrial del Atún, y la aplicación de un código de buenas prácticas para el manejo de la pesca incidental, el cual contemple un estricto protocolo para la liberación de tiburones, tortugas y otras especies vulnerables devolviéndolas vivas al mar.
La pesca genera para el Ecuador 110.000 plazas de trabajo y más de 1.600 millones de dólares en divisas al año, lo que representa el 12 por ciento de las exportaciones no petroleras del país.