Ecuador avanza hacia un modelo de producción más sostenible

La economía circular se ha posicionado en las agendas de política pública y las actividades privada del país, pues constituye una herramienta óptima para una recuperación sostenible postpandemia y la mitigación del cambio climático.
Sandra Armijos Medrano
El Ordeño ha incorporado el cien por ciento de empaques ecológicos en toda su línea de producción TRÜ.

Aprovechar al máximo los recursos materiales que se disponen y alargar el ci­clo de vida de los produc­tos son algunos de los objetivos de la economía circular (EC), un modelo de producción y consumo que busca ga­rantizar un crecimiento sostenible en el tiempo a través de las cuatro “R”: re­ducir, reutilizar, reparar y reciclar, con­cepto en el que algunas empresas ya se han embarcado.

Y es que, a más de generar un im­pacto positivo para el medio ambien­te, este modelo es también un negocio rentable. Según el Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible, la EC ofrece una oportunidad comer­cial de hasta 4,5 billones de dólares, la cual podría promover la evolución de nuevas industrias, crear puestos de tra­bajo, minimizar las emisiones de gases de efecto invernadero y mejorar el uso eficiente de los recursos naturales.

A decir de la directora de Ambien­te y Seguridad Industrial de la Cáma­ra de Industrias y Producción (CIP), Cynthia Rodríguez, la circularidad tie­ne un enorme potencial para la diversi­ficación económica y creación de valor, no solo por el constante incremento del costo de los recursos naturales, sino también porque la comercialización de residuos industriales crece por encima de la media del comercio mundial.

“Por ejemplo, el Pacto Verde Euro­peo fortalece las cadenas de suministro al reducir la dependencia de la impor­tación de materias primas y el aho­rro de costos por consumo energético y adquisición de insumos”, manifiesta.

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Esa misma iniciativa europea pro­mueve el desarrollo de nuevos mode­los de negocio y sinergias entre em­presas. En la arista social, fomenta el desarrollo de habilidades y tiene un potencial de generación de nuevos em­pleos al 2030.

Actualmente, las compañías gran­des son las que lideran los cambios en este ámbito, pues al contar con un mús­culo económico y de capacidades más fortalecido, pueden anticiparse a la de­manda de los consumidores y alinearse a las exigencias de sus inversores.

Juan Pablo Grijalva, gerente gene­ral de El Ordeño, señala que al haber un consumidor más responsable to­dos los sectores han empezado a tra­bajar en acciones que permitan a cor­to, mediano y largo plazo implementar un modelo circular en sus ope­raciones. El adoptarlo -recalca-no solo trae beneficios en repu­tación e imagen, sino también en la eficiencia de los recursos.

Su implementación resul­ta una inversión importante y, dependiendo del giro de negocio, se puede obtener mayor o menor rentabi­lidad, puesto que la valorización de los residuos varía.

Grijalva cita ejemplos. En el caso del plástico es más rentable o se pue­de obtener un ROI (retorno de inver­sión) a corto plazo. Con el Tetra Pak, el ROI se obtendrá en periodos de tiem­po más largos.

“Sin embargo, si en el proceso se agrega valor a estos materiales puede llegar a obtenerse una rentabilidad in­teresante y un retorno de la inversión a menor tiempo, no obstante, no reduce la inversión que las organizaciones de­ben realizar para impulsar estos mode­los de negocio”, explica.

El Ordeño es una empresa ecuato­riana que ha adoptado una gestión sos­tenible. Uno de sus proyectos más des­tacados es la incorporación del cien por ciento de empaques ecológicos en toda su línea de producción TRÜ, en algunos casos el porcentaje de reno­vabilidad se ha elevado al 79 por cien­to, reemplazando sorbetes de papel que también cuentan con certificación FSC de gestión forestal.

Sus empaques, con respecto a otras opciones, alcanzan aproximadamente un 61 por ciento menos de emisiones de CO2 en su fabricación.

Para apoyar esta reducción ha in­corporado además paneles solares y equipos y maquinarias de alta eficien­cia energética y recursos en su plan­ta industrial. Asimismo, su ganadería climáticamente inteligente promueve buenas prácticas de crianza para redu­cir las emisiones por cada litro de leche producido.

Reciclaje, esencial

Para Damián Baeza, gerente general de Productora Cartonera, el modelo pro­ductivo lineal (utilizar, producir, con­sumir y desechar) está caduco porque los recursos naturales no son infinitos.

Por ello, cree que la EC es el ca­mino idóneo para lograr un proceso productivo eficiente y sostenible, y eso se evidencia en el giro de ne­gocio de su empresa, especiali­zada en la fabricación de solu­ciones de empaques y cajas de cartón, cuyo eslabón principal de su modelo es el reciclaje de papel y cartón en el país.

Productora Cartonera es parte de Grupo Surpapel, que también está in­tegrado por las empresas REPAPERS (recicladora) y SURPAPELCORP (fa­bricante de bobinas de papel cien por ciento reciclado).

El Grupo, a través de REPAPERS, impulsa el reciclaje de estos materia­les, que luego se usan para fabricar bo­binas de papel en la planta de SUR­PAPELCORP, producto que después es utilizado por Productora Cartonera para la elaboración de empaques y ca­jas de cartón.

“El 70 por ciento de nuestra mate­ria prima proviene del reciclaje, esto nos permite reducir la presión sobre los re­cursos naturales. Está comprobado que el papel elaborado de material recicla­do en comparación con el papel de pul­pa virgen consume hasta seis veces me­nos agua en su proceso de producción y consume menos energía”, recalca Baeza.

En el 2021, REPAPERS acopió alre­dedor de 73.000 toneladas de material reciclado, las cuales son recolectadas por más de 2.000 microempresarios del reciclaje en Quito, Guayaquil, Du­rán, Santo Domingo, Machala y Manta.

El 70% de la materia prima de Grupo Surpapel proviene del reciclaje.

Incentivos

La Dirección de comunicación del Mi­nisterio del Ambiente, Agua y Transi­ción Ecológica (MAATE) señala que, la cartera de Estado maneja incentivos ambientales para las empresas e indus­trias que desean hacer una transición hacia una economía circular.

Esto a través del reconocimiento Punto Verde, una marca institucional que se otorga a toda actividad que opti­miza los recursos naturales en sus pro­cesos y que cumple más allá de la nor­mativa legal.

El sello ofrece beneficios de la Ley de Fomento Productivo; del Código Orgánico de la Producción, Comercio e Inversiones (COPCI) y de Ley Or­gánica para el Fomento Productivo, Atracción de Inversiones, Generación de Empleo y Estabilidad y Equilibrio Fiscal, tales como: tarifa del Impues­to a la Renta (IR) del 25 por ciento; de­ducciones adicionales para el cálcu­lo del IR; apertura del capital social de las empresas a favor de sus trabajado­res; facilidades de pago en los tributos al comercio exterior; exoneración del impuesto a la Salida de Divisas para las operaciones de financiamiento exter­no, entre otros.

Asimismo, Cynthia Rodríguez in­dica que el marco legal estipula estí­mulos como deducciones para el cál­culo del IR de los gastos incurridos en innovación tecnológica, diseño de em­paques y adquisición de maquinarias y equipos para producción eco-eficiente.

No obstante, señala que la Ley de Economía Circular Inclusiva, dispone que el Sistema Nacional de Economía Circular Inclusiva debe diseñar un sis­tema de calificación de sello EC e im­pulso para su promoción, lo cual in­cluye el acceso a créditos de la banca pública. De igual forma, establece como responsabilidad de los municipios el otorgar incentivos tributarios locales para promover su implementación.

“Anhelamos que con la expedición del Reglamento de la Ley de EC se pueda aterrizar hacia un marco de in­centivos tangibles específicos que per­mitan romper las barreras de financia­miento, de capacidades y de tecnología que son indispensables para una eco­nomía circular en el sector producti­vo”, declara.

4.8 millones de empleos podría generar la implementación de un modelo circular en América Latina y el Caribe, según la Organización Internacional del Trabajo.

La representante de la CIP cree que la transición hacia un Ecuador circular solo será posible con la participación e involucramiento de todos los acto­res: gobierno, industria, academia, so­ciedad civil, municipios y consumido­res finales.

El año pasado el gremio confor­mó la Comisión de Economía Circu­lar, bajo el liderazgo de la Dirección de Ambiente, la cual promueve proyectos o acciones para impulsar la transfor­mación productiva hacia este modelo y propicia foros de sensibilización y difu­sión de casos exitosos entre las empre­sas del gremio.

*Revise otros temas de sostenibilidad en Revista Enfoque. Ya en circulación junto a Revista Vistazo.