300 millones de dólares se destinarán para la electrificación del sector camaronero

Sandra Armijos Medrano
Más de 2.300 camaroneras se beneficiarán. Foto: Vistazo.

Con una inversión de aproximadamente 300 millones de dólares se suscribió hoy un convenio interinstitucional para la electrificación del sector camaronero. El proyecto se suscribió entre los ministerios de Energía y Recursos Naturales No Renovables y el de Producción, Comercio Exterior, Inversiones y Pesca junto a la Corporación Nacional de Electricidad (CNEL).
 
El acuerdo, que permitirá la ejecución de obras que mejoren la eficiencia energética del sector acuícola y las zonas rurales de las provincias costeras, tendrá una duración de dos años y asegurará el cumplimiento del Plan de Electrificación del Sector Camaronero, mismo que cuenta con financiamiento a través de créditos con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) y una contraparte del Estado ecuatoriano.
 
Diego Maldonado, gerente general de CNEL, señaló que el convenio impulsará la productividad, exportaciones, eficiencia energética y oportunidades de comercialización de más 2.300 empresas camaroneras de las provincias de Guayas, El Oro, Manabí, Esmeraldas y Santa Elena. 
 
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El proyecto dotará de energía eléctrica a aproximadamente 55.000 hectáreas y beneficiará a 6.500 familias que viven en los alrededores. Entre las obras que se contemplan está la ampliación de las subestaciones Esmeraldas y San Idelfonso, un sistema de transmisión en Posorja y una subestación en Puerto Inca. 
 
Los camaroneros accederán al servicio de energía eléctrica con tarifa preferencial, correspondiente a la de bombeo de agua potable, valores que ya están siendo aplicados actualmente a varias fincas.
 
El ministro de Energía, René Ortiz informó que, en los próximos meses a través de CNEL se iniciará con la electrificación de más de 15.000 hectáreas, donde se asientan 526 empresas.
 
Se estima que solo la electrificación de 100.000 hectáreas traería una serie de beneficios ambientales, entre ellos se evitaría anualmente la combustión de 87 millones de galones de diésel, la disminución de 877.000 toneladas métricas de CO2 a la atmósfera, y la reducción de importantes cantidades de desechos peligrosos, entre ellos lubricantes y filtros.
 
Con el uso de motores eléctricos las camaroneras reducirían entre 50 y 90 por ciento la intensidad del ruido producido por los sistemas de bombeo y los aireadores, respectivamente.