Un 64% de berlineses aún ve diferencias entre este y oeste

Redacción
El 9 de noviembre se celebrarán 25 años de la caída del Muro de Berlín.

Berlín.- El 64% de los berlineses ve aún diferencias entre el este y el oeste de su ciudad 25 años después de la caída del muro aunque la cifra está en claro descenso, según un estudio de la Fundación Hertie.

Mientras que en 2009 sólo el 24% de los habitantes de la ciudad decía que no apreciaba diferencias entre el este y el oeste, la cifra ha subido ahora a un 36%.

"El muro en las cabezas empieza a desmoronarse, aunque no ha desaparecido del todo", dijo la socióloga Michaela Kreyendfeld, que participó en este estudio interdisciplinar y que colabora con el Instituto Max Planck de Demografía.

La mayoría de los encuestados se define primero como alemán, luego como europeo y, sólo en último lugar, como berlinés del este o del oeste.

Curiosamente, para los berlineses de nacimiento, o que viven desde niños en la ciudad, las categorías de este y oeste tienen menos peso que para quienes han llegado como inmigrantes a Berlín.

Kreyenfeld subrayó que, aunque la cifra tiende a la baja, todavía hay una clara mayoría que aprecia distinciones entre las dos zonas de la ciudad y destacó que también sigue habiendo diferencias en su actitud ante la vida.

El estudio, presentado hoy en Berlín, constata una gran evolución de la capital alemana desde 1989 aunque con matices pues "muchas cosas han mejorado pero no todas", señala.

"Hace 25 años, de la noche a la mañana, Berlín dejó de estar en los extramuros del mundo y se encontró en el centro de Europa", recordó Helmut Anheier, uno de los directores del estudio.

Esa situación trajo, según Anheier, "grandes expectativas y profundas decepciones", muchas veces marcadas por una transformación caótica.

"Hoy, un cuarto de siglo después de la caída del muro, mucho de aquello parece superado. Berlín ya no es la Berlín de los años posteriores a la caída del muro y el estancamiento de la década pasada también parece superado", dijo Anheier.

Así, el PIB berlinés ha crecido entre 2015 y 2013 un promedio del 2,3% anual, frente al 1,5% de la media anual nacional.

Berlín es además la ciudad alemana con más fundaciones de empresas y con más visitantes mientras el paro, aunque todavía alto respecto al promedio germano, tiende a la baja.

Esos aspectos positivos contrastan con el elevado promedio de receptores de ayuda social -un 12%, más alto que en cualquier otro lugar de Alemania-, la escasez de vivienda y el alza de los alquileres, que han terminado por desterrar a las familias de bajos ingresos a la periferia de la ciudad.

Pese a esos aspectos negativos, en Berlín parece predominar ahora el optimismo y, según Anheier, la satisfacción de los berlineses con su situación es mayor de lo que permitirían suponer esos indicadores objetivos.

"El optimismo de sus habitantes y el atractivo y poder de integración de la ciudad son de momento su mayor potencial", aseguró Anheier. EFE