VIDEO: Presentador ucraniano revela cómo viven las trabajadoras sexuales en Quito

Redacción Vistazo

El presentador de televisión ucraniano, Dmytro Komarov, visitó el centro de Quito para conocer de cerca cómo viven las trabajadoras sexuales de la capital, cómo se tratan ellas o con sus parejas, y lo que entraña de este negocio.

Komarov se reunió con varias mujeres quienes —más allá de intentar ocultar su identidad— decidieron hablar a viva voz con el presentador sobre su vida en la prostitución. Las historias fueron recogidas en el programa "El mundo al revés", que se difunde en YouTube.

María José, una de las representantes de la Asociación de Prostitutas Callejeras, cuenta en el reportaje que su rol es "cuidar" a alrededor de 97 mujeres trabajadoras sexuales. El trabajo empieza a las 07:00 y termina a las 19:00, cuenta y agrega que la hora pico para recibir clientes es de 09:00 a 15:00.

Otra representante, identificada como Mónica, comenta que para desarrollar su trabajo requieren de una "licencia de trabajo" correspondiente a la asociación a la que pertenecen.

Para obtener este documento, la mujer debe someterse a exámenes médicos y no tener enfermedades venéreas. "También debe ser reexaminada cada 9 o 15 días y renovar su licencia", acota el presentador.

Según María José, el servicio de cada trabajadora sexual cuesta 13 dólares; de esa cantidad el hotel retiene tres dólares y los 10 restantes son para la chica. El servicio tiene un límite de 15 minutos. "Si le gustas, puede durar hasta 20 minutos", menciona.

Asimismo, la representante explica que, dependiendo de la mujer, puede tener entre 10 y 20 clientes al día, es decir, ganar entre 100 y 200 dólares al día.

María José explica que, aunque al sumar, una mujer podría ganar entre 3.000 y 6.000 dólares al mes, lo cierto es que se trata de un trabajo muy inestable. "Hoy tiene (la mujer) 10 clientes, mañana nadie. Resulta que el dinero que se gana rápidamente se va rápidamente", dice.

Asimismo, el reportero muestra hotel el que trabajan algunas prostitutas. Allí se puede observar un inmueble algo descuidado, con muebles viejos, paredes desgastadas.

En la recepción, las prostitutas reciben un kit con papel higiénico, un condón y lubricante, que está incluido en el precio del servicio. "Si la cantidad de anticonceptivos entregados en recepción no coincide con los que hay en la basura, la chica puede perder su licencia", señala Komarov.

Además, María José relata que constantemente las mujeres se ven sometidas a la discriminación por la actividad que realizan, por ello, realizan protestas en la calle para hacer respetar sus derechos, explica.

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