Sin reservas: ¿Cuánto han perdido las tres principales actividades económicas relacionadas al turismo?

Carolina Farfán
De los 85 millones de dólares en promedio que facturaban las aerolíneas al mes, hoy apenas llegan a 16 millones.

Las ventas de las tres principales actividades económicas relacionadas al turismo cayeron por encima del 60 por ciento. Negocios cerrados y más desempleo.
 
Marina era parte del staff de un hotel en el centro de Quito. Ahora es uno de los más de 150 colaboradores que se quedaron sin empleo por el cierre definitivo de ese lugar, que cuenta con más de 120 habitaciones. “Y ahora veremos si en algún momento recibimos una compensación. Hoy es imposible”.
 
Siempre se habló en Ecuador de que el turismo nos sacaría de la dependencia del petróleo como generador de divisas, no solo por la llegada de turistas sino por la atracción de inversiones. Hoy es una quimera, y lo confirman las cifras de las aerolíneas, agencias de viaje y hoteles, las tres principales actividades económicas de este sector: de 1.600 millones de dólares que vendieron entre enero y agosto de 2019, este año pasaron a 620 millones. Una caída superior al 60 por ciento.
 
“Lo que perdemos cada mes nos tocará recuperarlo en un año”, explica Holbach Muñetón, presidente de la Federación de Cámaras de Turismo del Ecuador. El sector hotelero, por ejemplo, está por debajo del 20 por ciento de ocupación en Guayaquilcuando antes superaban el 60 por ciento.
 
“Peor en Quito, con ocho por ciento, y en otras provincias, donde un hotel tiene tres o cuatro huéspedes por semana”.
 
Por eso no sorprende que más de 50 hoteles ya hayan cerrado, algunos definitivamente, entre esos el hotel Akros, el Best Western Plaza y Barnard, según un listado entregado por la Cámara de Turismo. También incluyen al JW Marriot, en Quito, un hotel cinco estrellas con más de 250 habitaciones y casi 300 colaboradores, aunque señalan que se trata de un cierre temporal.
 
 
Norman Bock, presidente ejecutivo de Hoteles Quito Metropolitano, estima que con los hoteles cerrados se pierden alrededor de mil empleos directos, pero también afecta a otras 1.500 personas de manera indirecta.
 
Tanto Bock como Muñetón dicen que desde el Gobierno les manifiestan que están preocupados, pero al final nada sucede. “Nos pasamos en reuniones para no
llegar a una solución. No pedimos que nos regalen, pero sí que nos den un trato diferenciado porque nos enfrentamos a un quiebre masivo”, menciona Muñetón.
 
Asegura que hay empresarios del sector con deudas que llegan hasta los cinco millones de dólares. “La banca pública ya está pidiendo que paguen las cuotas porque la normativa no les permite dar más plazo”. Plazos que tampoco dan certezas por la posibilidad de un rebrote que obligue de nuevo a una cuarentena, o que la vacuna tome más tiempo de lo pensado. Escenarios que complican más la realidad de un sector que hoy vive sin reservas.