"El féretro está todavía en la casa. Lo vamos a tener hasta que aparezca"

Darwin Borja
"El féretro está todavía en la casa. Lo vamos a tener hasta que aparezca"

* Este testimonio forma parte del especial de Vistazo.com dedicado a quienes fallecieron a causa de la pandemia y cuyos cuerpos desaparecieron por una cadena de negligencias durante los meses más críticos de la emergencia sanitaria en Guayaquil. Fueron más de 200 los cuerpos que tras su último aliento, no pudieron descansar en paz.
 
"Actualmente estamos en la espera de la prueba de ADN cómo última opción", afirma Johanna Carpio, quien busca a su tío William Asisclo Carpio Castro (71 años).
 
El cadáver de su familiar desapareció durante la emergencia sanitaria que vivió Guayaquil a fines de marzo y primeros días de abril a causa de la pandemia del covid-19.
 
"El féretro está todavía en la casa. Lo vamos a tener hasta que aparezca. Es nuestro símbolo de la esperanza", añade Johanna.
 
Ella recuerda que el virus los sorprendió. Johanna, quien trabaja de enfermera, tuvo que aislarse debido a que se contagió de covid-19. Sus dos tíos, quienes fallecieron, también se enfermaron. Luis trabajaba en consulta externa de un hospital, mientras que William, de quien desapareció su cuerpo, conducía un taxi amigo.
 
"El día que empezó a sentirse mal mi tío William, yo estaba aislada. Tuve que salir de mi casa porque solo yo podía manejar para llevarlo a hospital. Fue lo peor que pudimos vivir. No había espacio en hospitalización, no había en dónde le den apoyo", cuenta.
 
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En busca de ayuda recorrieron el Hospital de Monte Sinaí y el del Guasmo. En ese último lugar su tío William esperó por atención dentro de un consultorio porque en emergencia o en el área de cuidados intensivos no habían espacios. A las pocas horas falleció.
 
"Lo envolvieron en una funda negra, se lo llevaron al área de choque en emergencia, en esa área había gente viva y muerta. Entramos a emergencia y olía a cadáver. El error nuestro fue no habernos quedado viendo que lo rotulen bien".
 
Luego de que regresó con el certificado de defunción, se encontró con otro panorama para retirar el cuerpo de su tío.
 
"Mi hermana y yo vivimos en carne propia la calamidad que vivió tanta gente. Algunas personas mandaban a los jóvenes del sector a buscar los cadáveres dentro de los contenedores", en referencia al lugar del Hospital del Guasmo en donde se colocaban los cuerpos de las personas que fallecían en esos días.
 
Desde los primeros días de abril empezaron con la búsqueda de su tío William, sin resultados hasta el momento.
 
A su otro tío lo enviaron a la casa con oxígeno del Dispensario del IESS Valdivia, al sur de la ciudad. Pero ese tratamiento no fue el adecuado y terminó empeorando. Falleció en su domicilio, pero su cuerpo no desapareció.