200 bomberos y 80 militares intentan apagar incendio en Cerro Casitagua

Carolina Farfán
Aún no se tienen reportes sobre las hectáreas afectadas ni sobre el origen del flagelo.

En el cerro Casitagua, sector de Pomasqui, al norte de Quito, se mantiene un incendio forestal desde hace casi 24 horas. A las operaciones de extinción, que continúan este 15 de enero, acudieron 200 efectivos de Bomberos Quito y 80 miembros de las Fuerzas Armadas, para formar equipos de atención multidisciplinaria y de cooperación interinstitucional.
 
El incendio se propaga en un terreno agreste e irregular con inclinaciones de 50 y 70 grados, lo que dificulta las operaciones de extinción del personal en tierra. Por lo que el helicóptero Argus de Bomberos Quito realiza el apoyo desde el aire con 34 descargas de agua, mediante el sistema Bambi Bucket, en los focos activos.
 
En la zona se ha instalado un Puesto Comando desde donde se coordinan las acciones institucionales e interinstitucionales para el control del fuego. 
 
En una rueda de prensa, el alcalde de Quito, Jorge Yunda, aseguró que no se han reportado hasta el momento víctimas por el incendio ocurrido en la zona de la Mitad del Mundo.
 
Tras el reporte del incendio la mañana del martes, hubo un primer despliegue operativo con diez efectivos, tras lo cual salió el helicóptero de los Bomberos para levantar información termográfica con el objetivo de determinar la propagación, a fin de definir las estrategias de control, informó Esteban Cárdenas, comandante del Cuerpo de Bomberos.
 
Gracias al helicóptero también se pudo trasladar a personal de los Bomberos a la parte alta del cerro, y una hora después del reporte del incendio, ya había sesenta efectivos combatiendo el flagelo en tres focos, norte, sur y centro.
 
El objetivo -dijo Cárdenas- es evitar la propagación del incendio en los flancos norte y sur y "confinarlo en la zona del centro" como estrategia para controlarlo.
 
Dependiendo de las condiciones del clima y del viento, se prevé que esta mañana se repitan las descargas de agua a través del helicópteros.
 
Esas aeronaves operarán desde el sector de la Escuela Superior Militar (norte) para evitar la zona urbana de la ciudad con la canastilla que porta el agua, por tema de seguridad, dijo en la rueda de prensa, en la que también estuvo presente la titular del Servicio Nacional de Gestión de Riesgos, Alexandra Ocles.
 

 
"Monitoreamos permanentemente con drones para tener información en tiempo real de la escena. Esperamos que el día de hoy tengamos noticias positivas", anotó Cárdenas.
 
Pero no adelantó un estimado del tiempo que podría mantenerse el flagelo "porque las condiciones de la montaña, topografía, velocidad del viento (...) realmente son bastantes complejos para nuestra operación", indicó.
 
El alcalde de Quito formuló un llamamiento a la ciudadanía para tener precaución y reportar inmediatamente cualquier foco de incendio.
 
Ayer, "el Cuerpo de Bomberos reaccionó en forma inmediata", pero pese a ello "no se logró apagar (por) las condiciones del clima" en una zona donde la vegetación se ha visto afectada por la ausencia de lluvias, explicó Yunda.
 
"Afortunadamente, al momento, no tenemos ningún reporte de heridos o afectación de viviendas o de seres humanos", añadió al mostrarse preocupado por los efectos sobre la biodiversidad.
 
El alcalde indicó que aún no tienen reportes sobre las hectáreas afectadas ni presunciones sobre el origen del flagelo.