FMI entrega USD 600 millones a Ecuador luego de revisar por tercera vez su acuerdo crediticio

Según el FMI, las autoridades ecuatorianas "están comprometidas a implementar nuevas medidas estructurales" que podrían generar dividendos de crecimiento en el mediano plazo.

Fotografía del Palacio de Carondelet, en Quito.
EFE

El directorio ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó este miércoles el desembolso de USD 600 millones para Ecuador, después de que el país completara la tercera revisión del acuerdo crediticio suscrito en mayo del año pasado, que asciende a USD 5.000 millones para un periodo de cuatro años.

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"El desempeño del programa se mantiene sólido. Se cumplieron todos los criterios cuantitativos de desempeño para fines de agosto de 2025, algunos con márgenes significativos", señaló el FMI en un comunicado. El organismo destacó que las autoridades han avanzado sustancialmente en las reformas fiscales, de gobernanza y en aquellas que promueven el crecimiento económico.

El nuevo desembolso eleva a USD 2.700 millones el total recibido por Ecuador desde que se puso en marcha el acuerdo, aprobado inicialmente en 2024 por USD 4.000 millones, y ampliado en julio de este año a 5.000 millones.

El FMI resaltó que las autoridades ecuatorianas "han tomado acciones importantes para fortalecer la sostenibilidad fiscal y los colchones de liquidez, mientras protegen a los más vulnerables". Estas medidas incluyen reformas de ingresos y gastos de alta calidad, acompañadas de acciones compensatorias para los sectores más afectados.

Además, el organismo reconoció que Ecuador avanza en una agenda de reformas estructurales para salvaguardar la estabilidad financiera, mejorar la gobernanza y fomentar la inversión privada y el empleo.

El pasado 12 de septiembre, el presidente Daniel Noboa oficializó la eliminación del subsidio al diésel, lo que elevó el precio del combustible de USD 1,80 a USD 2,80 por galón. La medida provocó protestas lideradas por el movimiento indígena y otros sectores sociales, que se extendieron durante un mes y dejaron dos fallecidos y cerca de 300 heridos, según organizaciones de derechos humanos.

Noboa aseguró que el ahorro de aproximadamente USD 1.100 millones anuales derivado de la eliminación del subsidio se destinaría a programas de protección social e incentivos productivos. Posteriormente, el Gobierno empezó a entregar bonos y compensaciones económicas a comunidades indígenas, agricultores, emprendedores y transportistas.

Esa decisión se sumó a un drástico ajuste del aparato estatal, que redujo de 20 a 14 los ministerios, de 9 a 3 las secretarías, y que implicó el despido de 5.000 funcionarios públicos a finales de julio.

Según el FMI, las autoridades ecuatorianas "están comprometidas a implementar nuevas medidas estructurales" que podrían generar dividendos de crecimiento en el mediano plazo.

El organismo también subrayó que "el PIB real se está recuperando más rápido de lo previsto", impulsado por una fuerte demanda interna, exportaciones no petroleras récord y baja inflación. Se espera que la cuenta corriente mantenga superávits considerables, lo que permitirá aumentar las reservas internacionales.

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Asimismo, el FMI destacó que la implementación efectiva del plan de consolidación fiscal y reformas económicas contribuirá a mantener la deuda pública en una senda descendente, respaldando el objetivo del Gobierno de reducir los diferenciales soberanos y recuperar el acceso a los mercados internacionales.

La política económica de Noboa se ha enfocado en reducir el déficit fiscal heredado de 2023, que alcanzó los USD 4.800 millones (5 % del PIB), y que se redujo a cerca de 3.000 millones en 2024. Para ello, el Ejecutivo ha priorizado el aumento de la recaudación tributaria y la reducción del gasto público, especialmente en subvenciones a los combustibles.