Militares se despliegan en Alto Punino para enfrentar a los 'Comandos de la Frontera', tras la emboscada mortal

Un fuerte contingente de militares fue desplegado este martes 13 de mayo en la zona de Alto Punino, provincia de Orellana, como parte de una operación para neutralizar al grupo armado irregular “Comandos de Frontera”, identificado como el responsable de la emboscada que dejó once soldados muertos el pasado viernes.

REVISE | El brazo de Comandos de la Frontera buscó corromper a la justicia

El Ministerio de Defensa subrayó que “la guerra es contra los terroristas”, y que estas acciones buscan enfrentar de forma contundente a los grupos armados irregulares que operan en la región amazónica.

La cartera de Estado también detalló que las Fuerzas Armadas cuentan con apoyo aéreo, helicópteros, equipos logísticos especializados y tecnología de punta, incluyendo drones de reconocimiento, medios de comunicación táctica, sensores de rastreo y asistencia en inteligencia operativa.

Como parte de la estrategia para fortalecer el control y la seguridad en la frontera norte del país, el Ejército Ecuatoriano informó este martes 13 de mayo que ha intensificado sus operaciones militares en la jurisdicción de la Brigada de Selva N.º 19 Napo, ubicada en la provincia de Orellana.

Desde horas de la madrugada, unidades militares han sido desplegadas por vía aérea y terrestre en puntos estratégicos de la frontera nororiental. El despliegue incluye patrullajes terrestres con vehículos blindados 4x4 y 6x6, así como operaciones aéreas con el apoyo de tres helicópteros H145 de la Fuerza Aérea Ecuatoriana, un Súper Puma y dos Fennec del Ejército.

“Esta combinación de fuerzas permite una cobertura eficaz en áreas de difícil acceso y zonas de alto riesgo”, indicó la institución militar mediante un comunicado.

Lea también | ¿Cómo ocurrió el ataque armado que dejó once militares muertos en la Amazonía ecuatoriana?

Paralelamente, se han reforzado los patrullajes fluviales en los ríos San Miguel y Putumayo, que marcan la frontera con el departamento colombiano de Putumayo. Estas acciones buscan garantizar el control de las vías fluviales y prevenir su utilización por parte de grupos armados irregulares.

También se ha efectuado el ingreso de abastecimientos logísticos y operativos para las tropas que ya se encontraban en el terreno, con el objetivo de asegurar su continuidad operativa y condiciones adecuadas durante el despliegue.

El comandante general del Ejército, general de brigada Henry Delgado Salvador, ha instalado su puesto de mando en la zona de operaciones para supervisar directamente las acciones sobre el terreno y coordinar el trabajo de las unidades en tiempo real.

Según el Ejército, estas operaciones se mantendrán de forma sostenida y coordinada con otras instituciones del Estado, como parte del compromiso con la defensa de la soberanía nacional.

Tras la masacre, las Fuerzas Armadas también investigan una posible filtración de información de las operaciones en la zona por parte de militares hacia miembros de Comandos de la Frontera y Los Lobos.