Líderes de la UE inician acuerdos para resolver tensión en Turquía

Gabriela Pinasco
Vista general de una reunión del Consejo Europeo. Foto: EFE

 Los líderes de la Unión Europea (UE) iniciaron este jueves una cumbre en la que tratarán de acordar una respuesta a las tensiones con Turquía en el Mediterráneo oriental, que convenza a los Estados miembros que piden mano dura y también a los partidarios de una desescalada.

La reunión comenzó en torno a las 15:50 hora local (13:50 gmt) con las relaciones entre la UE y China como primer punto de la agenda, mientras el tema más espinoso, el debate sobre el Mediterráneo oriental, se reserva para la cena de trabajo.

"Queremos más estabilidad y predictibilidad y demostrar nuestra total solidaridad con Grecia y Chipre", dijo a su llegada el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.

"Hay varias opciones sobre la mesa" para tratar de resolver esas diferencias. Veremos qué orientación queremos", señaló.

La reunión de dos días abordará también en su primera jornada las sanciones a Bielorrusia por fraude electoral y represión, que Chipre bloquea mientras no se aprueben medidas contra Ankara por sus prospecciones en el Mediterráneo.

Muchos de los líderes se refirieron a su llegada a las tensiones en el Mediterráneo Oriental, como también hizo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien se mostró convencida de que el Consejo Europeo "reafirmará su total solidaridad con Grecia y Chipre".

Afirmó que la UE no desea un aumento de las tensiones con Turquía, sino que se produzca una "desescalada" y avanzar hacia una "relación constructiva" con el país, pero recordó que en cualquier caso "hay una serie de herramientas a disposición de la UE", en referencia a las medidas que podrían adoptar los Veintisiete contra Ankara.

La canciller alemana, Angela Merkel, abogó por tener en cuenta también el papel de Turquía como aliado en la OTAN y socio de la UE en la contención de los flujos migratorios, a la hora de abordar la crisis en el Mediterráneo oriental.

"Pese a las dificultades, la UE tiene un gran interés en mantener una relación constructiva. Somos aliados en la OTAN y mantenemos un acuerdo para regular la migración", señaló Merkel.

Sobre esta crisis, el presidente francés, Emmanuel Macron, dijo que la solidaridad de los Veintisiete con Atenas y Nicosia "no es negociable".

"Cuando un Estado miembro de la Unión Europea es atacado, amenazado, no se respetan sus aguas territoriales, es el deber de los europeos mostrarse solidarios", declaró, y apostó por mantener un diálogo "exigente" con Turquía.

El primer ministro luxemburgués, Xavier Bettel, afirmó que los socios mostrarán su "solidaridad a los amigos griegos y chipriotas", así como su apoyo a la población bielorrusa "que lucha por valores que nosotros damos por sentado y para ellos son un combate cotidiano", como "poder elegir a la gente que les representa".

El presidente lituano, Gitanas Nauseda, dijo que es "simplemente inapropiado" que la UE aún no haya podido acordar las sanciones contra Bielorrusia un mes y medio después de que el bloque se comprometiera a imponer medidas contra ese país.

"La situación en Bielorrusia se está deteriorando. Tenemos continuas violaciones de los derechos humanos", denunció al llegar a la cumbre Nauseda, para quien la Unión Europea debería hacer mucho más" de lo que ha hecho hasta ahora.

Por su parte, el primer ministro checo, Andrej Babis, lamentó que el asunto "más importante", la pandemia de COVID-19, se haya quedado fuera de la agenda.

Babis afirmó que la cooperación entre los ministros de Sanidad de la UE "no está funcionando" ni tampoco entre los epidemiólogos.

"Durante la primera ola prometimos volver a cooperar en la producción de mascarillas, ventiladores, respiradores, medicamentos y así sucesivamente, y ahora nuestro país se enfrenta a la segunda ola y ya no queremos parar la economía", dijo Babis, un día después de que el gobierno checo anunciase el estado de emergencia para contener las crecientes infecciones y muertes por coronavirus que amenazan la capacidad hospitalaria del país.

Por su parte, el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, puso el acento en el debate de corte económico del viernes, en concreto en la necesidad de que la UE invierta en infraestructuras digitales para "salvar la brecha con Estados Unidos y China", que llevan ventaja a los Veintisiete en este terreno.

Conte destacó que estas inversiones serán prioritarias en el futuro Fondo de Recuperación europeo y subrayó que no se trata solo de que a UE aumente su "autonomía estratégica" con respecto a otros países, sino de "impulsar el crecimiento" e invertir en "capital humano".