La historia de Ana Frank sigue emocionando al mundo después de siete décadas

La familia de Ana Frank huyó del nazismo en Alemania y ella
Miguel Alvarado

Corría el 12 de junio de 1942 cuando Ana Frank recibió como regalo de cumpleaños un “diario de vida” de tapas duras. Nada hacía suponer que ese cuaderno guardaría uno de los registros más conmovedores de las atrocidades de la Segunda Guerra Mundial escritos por una niña que recién alcanzaba los 13 años de edad.

Desde una ventana en el ático de la casa donde se refugiaba, Ana solo podía ver el cielo que lo llenaba de ilusión y alegría. Sobre ello escribió en su diario: “Mientras esto exista, y se me permita experimentarlo, estos rayos de sol, este cielo sin una nube, yo no puedo estar triste”.

Nacida en Fráncfort del Meno, en Alemania, Ana Frank abandonó su país con su familia a la edad de tres años, en 1933, para escapar del nazismo que se expandía en el país. Instalados en Ámsterdam, en 1942 se escondieron dos años en un apartamento para escapar de la Gestapo, antes de ser descubiertos en 1944 y deportados a campos de concentración. Ana murió finalmente de tifus en el campo alemán de Bergen-Belsen.

En tiempos de Coronavirus el diario íntimo de la adolescente judía, publicado por su padre Otto después de la guerra sigue siendo más actual que nunca y se evidencia en el museo que visitan cerca de 1,3 millones de personas al año (la mitad tiene menos de 30 años de edad).

“La parte más importante del diario es que ofrece una visión de lo que significa ser humano”, declaró a la agencia AFP Ronald Leopold, director ejecutivo de la Casa de Ana Frank en Ámsterdam. “En su diario describe sus pensamientos y sentimientos en el aislamiento forzado con su padre, su madre y su hermana. También se refiere a su ambición de convertirse en escritora, escribir su propio libro sobre sus experiencias vividas durante la guerra”.

“Precisamente por eso ha seguido siendo pertinente durante los 75 años transcurridos desde la Segunda Guerra Mundial y, por ello, estoy convencido de que seguirá siendo pertinente para las generaciones futuras”, explica.

“Detrás de esas líneas, surge la voz de una colegiala buscando su lugar en el mundo, algo que resuena con la nueva generación”, analiza Ronald Leopold. Los jóvenes “pueden identificarse con ella. Hay tantas cosas en este libro y en esta casa” con las cuales los jóvenes pueden conectar, destaca Leopold. “Es un espejo” de nuestra sociedad, afirma.

“Como será imposible olvidar la pandemia del Coronavirus a través del tiempo tampoco los recuerdos del Holocausto pueden pasar poco a poco al olvido. Solo 38.000 de los 140.000 judíos que vivían en Holanda sobrevivieron al Holocausto. Se trata de una de las cifras de muertos más elevadas de Europa, y de una mancha negra en la historia de país, cuyo gobierno pidió este año perdón por primera vez”, recalca el director.

“Lo que se le hizo a Anna Frank fue trabajo de seres humanos”, declara. Su diario “nos ofrece la oportunidad de sacar lecciones del pasado en estos tiempos difíciles que vivimos en 2020”, explica. Para la Casa Anne Frank -actualmente cerrada a raíz del coronavirus- el principal desafío de los próximos 75 años se encuentra en la manera de comunicar esta herencia, ya que las futuras generaciones tendrán abuelos nacidos al final de la guerra, y no podemos permitir que la historia del holocausto se vaya desvaneciendo. Ana Frank sigue más viva que nunca”.

El diario original de Frank se exhibió en la XXIX Feria Internacional del Libro de Bogotá, Colombia, en 2016.