La curiosa tribu que cree que el príncipe Felipe era un dios reencarnado

Los antropólogos creen que el príncipe encajó en el perfil al casarse con la reina Isabell II. Foto: Infobae.
Redacción Vistazo

 

Una de las ceremonias de despedida del príncipe Felipe, que más ha tenido repercusión en el mundo, es la de una tribu en la remota nación insultar de Vanuatu, en Oceanía.

Esta tribu, de la isla de Tanna, antigua colonia anglo-francesa, veía al fallecido duque de Edimburgo como un dios reencarnado y saludará su muerte con lamentos rituales y bailes ceremoniales.

Esta creencia tiene origen en una leyenda local sobre el hijo de piel pálida de un dios de la montaña que se aventuró a cruzar los mares en busca de una mujer rica y poderosa con la cual casarse.

Los antropólogos estiman que el príncipe Felipe encajó en el perfil al casarse con la reina Isabell II, vinculando la leyenda en 1960, cuando Vanuatu era una colonia anglo-francesa conocida como las Nuevas Hébridas.  Como en ese tiempo las oficinas gubernamentales eran dirigidas por funcionarios coloniales, es posible que en esos lugares los aldeanos hayan visto fotos de Felipe e Isabel, antes de que él pudiera visitar la isla con la reina, en 1974.

Durante 50 años el difunto príncipe Felipe mantuvo una relación respetuosa con este grupo indígena debido al respeto mutuo de las tradiciones. Este vínculo fue uno de los más curiosos del esposo de la reina Isabel.

Los aldeanos oraban diariamente para que el duque de Edimburgo bendijera sus cultivos de plátanos y batatas, y colocaban sus fotos en las casas, en especial una que data de 1980, en la cual el exoficial de la marina aparecía sonriendo con un bastón hecho por los isleños y enviado a Londres.

El antropólogo Kirk Huffman fue observador del museo nacional de Vanuatu, e indicó que la reverencia también estaba relacionada al amor de Felipe por las costumbres de las distintas comunidades.

Pese a que en distintas ocasiones el príncipe Felipe hizo comentarios racistas, Huffman señaló que mantuvo una buena relación con esta tribu.

“En este caso ha sido increíblemente respetuoso, muy comprensivo. Desde la década de 1970 se ha comunicado con ellos, les ha enviado regalos y ellos le han enviado regalos”, dijo.

El antropólogo dijo que es poco probable que esta tribu deje de honrar al duque tras su fallecimiento. Sin embargo, todavía no se sabe qué hará el grupo con respecto a su muerte, pues el acceso a los teléfonos y a la electricidad es limitado en el territorio.