Víctima de NXIVM cuenta su dolorsa experiencia y cómo operaba la secta sexual

Gabriela Pinasco
India Oxenberg en el documental Seduced.

 
India Oxenberg, una mujer de 28 años que, desde los 19 y durante siete años, formó parte de NXIVM (se pronuncia Nexium)  una organización que bajo el pretexto de fomentar “Programas de éxito ejecutivo” amenazó, traficó, extorsionó y esclavizó sexualmente a menores de edad.
 
Oxenberg fue la primera en ser marcada en su grupo de esclavas. Había estado cinco años en NXIVM. La promesa de DOS, una sororidad secreta dentro del culto, era empoderar a las mujeres, ayudarlas a conquistar el éxito, mejorar sus vidas.
 
En 2016, mientras el bolígrafo cauterizador quemaba la piel de su pelvis con las iniciales KR, ella recuerda que el olor era tan intenso que llenó toda la habitación. Un año después, un artículo de The New York Times expuso a la secta y sus mentiras. El líder  y fundador de este grupo era Keith Raniere, que creó un  harén a su disposición. 
 
Cuando explotó el escándalo, India, hija de la actriz Catherine Oxenberg , perdió el control de su vida. Su madre recurrió a la prensa para rescatarla y funcionó. El FBI se involucró, pero los periódicos se llenaron de titulares como “esclava” y “exnovia de Raniere”.
 
La caída de Raniere, detenido en México en marzo de 2018 y declarado culpable de explotación sexual y otros seis cargos en junio del año pasado, no hubiera sido posible sin la ayuda de un grupo de miembros, sobre todo mujeres, que decidieron exponer la estafa cuando se enteraron de la existencia de un grupo de esclavas. 
 
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Catherine Oxenberg, que acompañó a su hija al primer curso de NXIVM en 2011 pero lo abandonó poco después, se sumó a actrices como Sarah Edmonson y Bonnie Piesse para presionar a las autoridades estadounidenses a que tomaran cartas en el asunto. Nadie las tomaba en serio al principio. NXIVM llegó a amasar unos 18.000 seguidores, principalmente en México, EE UU y Canadá, y no solo se daba el lujo de limpiar su imagen con eventos como conferencias con el Dalai Lama, sino que acosaba con demandas y amenazas a sus desertores .
 
En una entrevista con el diario El País, afirma que quiere contar su lado de la historia. “Fue una pesadilla, pero estaba tan apegada en ese momento a NXIVM que no veía que estaba en ella”.
 
“Me mandaron documentos legales amagando con acusarme de muchos delitos y con meterme a la cárcel”, relata la madre, quien ha asegurado que el hijo de un expresidente mexicano fue directamente quien la amenazó. “Me dio mucho miedo escuchar que me iban a matar si iba a México, esta gente era muy poderosa”, agrega la mayor de las Oxenberg.
“Durante mucho tiempo quise endulzar las cosas para sentirme mejor y ahora me doy cuenta de que es mejor aceptar lo que fue: un abuso de poder”, señala. 
 
El perfil de India Oxenberg, entonces una chica de 19 años con vínculos con la realeza europea y Hollywood, la hacía un blanco perfecto para Raniere. El patrón era explotar las vulnerabilidades, la fama y la riqueza de sus seguidores, que desembolsaban grandísimas cantidades de dinero para un gurú incuestionable que se presentaba como “el hombre más inteligente del mundo”. 
 
Eso se repite una y otra vez en la industria de la autoayuda, valorada en más de 11.000 millones de dólares tan solo en Estados Unidos, según la consultora Market Data.
 
Las reglas de la organización eran estrictas, a finales de 2015 Raniere instruyó a mujeres de su círculo cercano para que crearan DOS, una estructura paralela dentro de NXIVM formada solo por mujeres, y prepararan a otras para tomar un juramento vitalicio, que incluía ser marcadas sin anestesia, sufrir humillaciones y participar en actos sexuales con el gurú, que se vendían como retos de “superación personal”. Se decía que la marca era “una runa”. En realidad eran las iniciales del líder.
 
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El control era total. India Oxenberg debía pedir permiso a Allison Mack, actriz de Smashville y miembro de la secta, para dormir o salir a la calle y someterse a una dieta de 500 calorías al día, el equivalente a una rebanada gruesa de pastel. Los abusos hicieron que dejara de menstruar y que se le cayera el cabello. “Quiero que lo condenen a cadena perpetua”, afirma la joven. “Nadie ha dejado NXIVM mejor que como llegó, la gente se va sin dinero, sin trabajo o termina siete años en la cárcel”, dice, en referencia a Clare Bronfman, la heredera del imperio licorero Seagram, condenada a principios de mes. 
 
Le tomó siete años dejar la secta. En el verano de 2018, Oxenberg se mudó de Albany (Nueva York), la sede principal del grupo, a la casa de su madre en Malibú. En sus cajas había memorias USB y cosas personales de Mack, que no confiaba dejar en una bodega. Ahí encontró grabaciones que incriminaban a la actriz y a Raniere, en las que detallaban lo que realmente sucedía tras bambalinas. “Eso me abrió los ojos”, recuerda. A partir de ese momento, colaboró nueve meses con el FBI.
 
Keith Raniere fue sentenciado este martes 27 de octubre en Nueva York a cadena perpueta luego de que se evaluaran todas las confesiones de las víctimas. 
 
Su vida retratada en Seduced,  miniserie documental que se estrenó el pasado 18 de octubre, ahonda también en la vidas y traumas que experimentaron otras mujeres. La serie fue producida por Starz y fue un proyecto encabezado solo por mujeres. 
 
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