ONU pide USD 10.300 millones para hacer frente a consecuencias de la pandemia

Gabriela Pinasco
ONU. Foto: EFE.

La Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) lanzó hoy un llamamiento a la comunidad internacional para recaudar 10.300 millones de dólares con el fin de hacer frente a programas de ayuda alimentaria, sanitaria y en otros frentes de cara a la pandemia de COVID-19.
 
La coordinadora humanitaria de Naciones Unidas había pedido inicialmente en el mes de marzo 2.000 millones de dólares para esta partida, una cifra que elevó a 6.700 millones en mayo y ha vuelto a aumentar ahora, a medida que la pandemia se extiende a más países y sus negativas consecuencias sociales y económicas aumentan.
 
Si la comunidad internacional no actúa, "la pandemia y la recesión global unida a ella crearán el primer incremento en pobreza global desde 1990 y llevarán a 265 millones de personas a la hambruna antes de finales de año", advierte OCHA.
 
El portavoz de la oficina en Ginebra, Jens Laerke, subrayó que el dinero será empleado en programas de mejora de servicios sanitarios, como campañas de vacunación, pero también en envío de alimentos, mejora de servicios de higiene y agua potable y otras necesidades.
 
El portavoz advirtió de que hasta ahora sólo se han recibido 1.700 millones de dólares, "una cantidad generosa pero que ni siquiera cubre la petición hecha en marzo".
 
"Los países desarrollados están ahora enfocados en protegerse a sí mismos mediante medidas de recuperación, pero también deben pensar en los más vulnerables, o si no la pandemia va a crear múltiples crisis", advirtió.
 
En la actual pandemia de COVID-19 "ningún país estará a salvo del virus hasta que todos estemos a salvo", añadió el portavoz.
 
La portavoz del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Marixie Mercado, agregó que 1.900 millones de dólares del total solicitado por OCHA se dirigirían a programas gestionados por esta agencia, también necesitada de ayuda urgente.
 
Mercado recordó que los últimos estudios de expertos calculan que unos 6.000 niños pueden morir cada día hasta finales del año por enfermedades que pueden prevenirse, a causa de los problemas que la pandemia ha creado en los servicios sanitarios y los programas de vacunación.