Odebrecht pide la recuperación judicial para evitar quiebra
La Justicia brasileña aceptó el pedido de recuperación judicial realizado por el conglomerado brasileño Odebrecht, envuelto en un gigantesco escándalo de corrupción que ha salpicado a gobernantes de diversos países de Latinoamérica, confirmó la empresa.
El juez del primer tribunal de quiebras de Sao Paulo, Joao de Oliveira Rodrigues, aceptó el pedido formulado por el holding, que controla las diferentes empresas del grupo, para evitar la bancarrota.
Se trata del mayor proceso de recuperación judicial de la historia de Brasil y supera la solicitud realizada por Oi, una de las mayores compañías de telefonía del país y que se declaró en bancarrota en 2016, con unas deudas por 16.665 millones de dólares.
Las deudas del holding superan los 25.192 millones de dólares, aunque del monto total, cerca de 21.595 millones de dólares son créditos concursales y están sujetos a recuperación judicial.
No obstante, Odebrecht aclaró que, de esos 21.595 millones, alrededor de 8.483 millones de dólares son deudas contraídas entre las propias compañías del grupo.
Los mayores acreedores de Odebrecht son los bancos públicos brasileños -Banco Nacional de Desarrollo (BNDES), Banco do Brasil y Caixa Económica Federal- y también tenedores de bonos.
Medida adecuada
Al acogerse a la ley de quiebras, el holding dejó fuera del perímetro de recuperación judicial, entre otras, a la petroquímica Braskem, a Odebrecht Ingeniería y Construcción y a Ocyan, consideradas como "bienes esenciales" para la supervivencia del grupo.
La administración del conglomerado subrayó que el pedido de "recuperación judicial se convirtió en la medida más adecuada" para posibilitar la "conclusión exitosa" de su proceso de reestructuración financiera ante el "vencimiento de diversas deudas, la ocurrencia de hechos imprevisibles y los recientes ataques a los activos de las empresas".
Los problemas de Odebrecht, una de las empresas más poderosas de Latinoamérica, comenzaron hace cinco años, cuando se destapó en Brasil el gigantesco escándalo de corrupción alrededor de la petrolera estatal Petrobras.
Las investigaciones de la Lava Jato dieron por comprobado que el grupo participó en un cartel junto con otras empresas para adjudicarse contratos y que durante años sobornó a políticos y directivos de diversos niveles, una trama que se extendió por otros países de Latinoamérica y de África.
La constructora ha firmado acuerdos, que incluyen el pago de multas, con los Gobiernos de Estados Unidos, Brasil, Perú, Panamá, República Dominicana, Guatemala, Ecuador y Suiza para compensar los actos ilícitos por los que se le investiga y trabaja con otros países para cerrar pactos similares. Odebrecht fue condenada a pagar diversas multas, incluyendo una de 2.600 millones de dólares a los gobiernos de Brasil, Estados Unidos y Suiza.
Odebrecht recordó que llegó a tener 180.000 empleados hace cinco años y hoy tan solo cuenta con 48.000, como consecuencia de "una crisis económica que frustró muchos de los planes de inversiones de la empresa, del impacto en la reputación por los errores cometidos y por las dificultades por las cuales pasan empresas que colaboran con la Justicia para volver a recibir nuevos créditos y tener sus servicios contratados".
Actividades normales
La multinacional aseguró que el proceso de quiebra en Brasil no afecta sus operaciones en Panamá, por lo que seguirá "cumpliendo con todos los contratos y obligaciones judiciales" que tiene en el país centroamericano. La Justicia panameña validó en diciembre de 2017 el acuerdo alcanzado entre la Fiscalía y Odebrecht, que incluye el pago de una multa de 220 millones de dólares y el archivo del caso contra la empresa y sus antiguos directivos en Panamá.
La empresa brasileña acaba de entregar la segunda línea de metro de la capital panameña y se encuentra construyendo un ramal del suburbano al aeropuerto y renovando la ciudad caribeña de Colón, entre otros proyectos.
"Tanto las empresas operacionales como las auxiliares y la propia Odebercht mantienen sus actividades normales enfocadas en el objetivo común de garantizar la estabilidad financiera y el crecimiento sostenido", señaló el director presidente del grupo, Luciano Guidolin.
El esquema de corrupción de Odebrecht trascendió las fronteras y provocó crisis políticas en varios países. En Perú, tres expresidentes están bajo investigación y otro, Alan García, se suicidó en abril al ser detenido como presunto beneficiario de coimas en la construcción del metro de Lima.
El pedido de recuperación judicial fue precipitado por la suspensión de la venta de su participación en Braskem -petroquímica controlada en conjunto con Petrobras- a la holandesa LyondellBasell. También influyó el pedido de recuperación judicial a fines de mayo de la subsidiaria Atvos, empresa azucarera y segunda mayor productora de etanol de Brasil.
Estas dificultades llevaron a que el banco Caixa Económica Federal ejecutara dos deudas atrasadas, contraídas por Odebrecht en préstamos para la construcción del Arena Corinthians, en Sao Paulo, y el Centro Administrativo de Brasilia, en el Distrito Federal.
El pedido de protección judicial apunta explícitamente a frenar esas ejecuciones de deuda.